El premio con el que se ha encontrado un empresario valenciano de fontanería llega casi a los 80 millones. Dice que "no sabes qué hacer, en qué vas a gastarte el dinero... es una sensación rara". Esa es la primera sensación que confiesa, después, ya, vienen las decisiones, ayudar a la familia, "liquidar todas las hipotecas que tengo... y después ya caprichos, coche, si puede ser un Ferrari, que es la ilusión de mi vida, y después la vuelta al mundo, un crucero, no sé, ya veremos".
Para empezar ya ha visitado el concesionario de coches. Tiene 51 años, novia... y ahora han surgido muchos espontáneos: "No sé de donde han salido, pidiéndome dinero, que les ayude". Otros le piden una foto o tocarle, para que les dé suerte. Pero no todo es oro lo que reluce: "Casi no duermo, mi cabeza va a mil...".