Placas de metal molestan a vecinos y negocios del Eixample de Barcelona

Roberto vive en la calle Urgell del barrio del Eixamplede Barcelona. Su balcón da a esa avenida que lleva un tiempo en obras. Hace unos días instalaron -a escasos centímetros de su balcón- una placa metálica opaca. Se ha quedado sin vistas a la calle, ni luz.

"Es un esperpento, es descorazonador levantarse por la mañana y acordarse de que hay esto delante de tu ventana y llegar a casa y verlo otra vez", cuenta con pesar Francisco, otro vecino de la zona, como se puede ver en el vídeo de la parte superior. Sacamos un metro y medimos: concretamente 55 centímetros separan la estructura de su casa. De hecho, si estiramos un poco el brazo, la podemos tocar con la mano.

Según relata Roberto, nadie le ha dado ninguna explicación al respecto. Dice que le ha llegado, por vecinos del barrio, que la placa la han instalado para mitigar el ruido de una tuneladora que tiene que realizar excavaciones debajo de su piso. Sin embargo, esta explicación, según él, dista mucho de la realidad sobre lo que está ocurriendo: "Me parece una justificación ridícula, el ruido de la obra no ha disminuido, sino que ha aumentado".

Otros inconvenientes de las obras

Añaden los afectados que, con las obras, se ha estrechado la acera y explican que se ha quedado un callejón por el que pasa mucha gente: "Ahora ha quedado esta calle oscura y escondida y se acumula gente a altas horas que beben alcohol y hablan tan alto que el escándalo llega a casa" .

Hablamos con Gemma, que tiene un negocio justo en ese tramo de la calle: "Esto es lo que veo yo desde mi establecimiento, una placa de 6 metros". Igualmente piensa Francisco, quien dice ante los micrófonos de Antena 3 Noticias que la calle ha quedado demasiado estrecha: "La han dejado en 1.80 metros". Otra vecina se queja en la misma línea: "Aquí pasan ahora patinetes, bicis, carros, peatones...".

Algunos negocios de la zona también relatan que les anunciaron que las placas de delante de sus locales serían transparentes, pero aún no lo saben con certeza. Relatan que las obras les han afectado porque han eliminado un paso de peatones muy transitado.

El hecho de que nos hayan cerrado el paso de peatones ha hecho que se nos reduzca muchísimo el paso de clientes, asegura Marta, propietaria de una farmacia. Rosa, dueña del bar de a la lado, añade: "Estamos muy desanimados, es muy frustrante".

Tras una reunión de los vecinos con la Generalitat, les han anunciado que separarán las vallas algunos centímetros más, por lo menos estarán hasta mediados de 2025, así que por el momento no les queda más remedio que resignarse.

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