Un párroco 'destroza' el valioso techo de madera de una iglesia para acabar con las polillas

Diego Parra, el sacerdote de la parroquia de San Cosme, en el municipio coruñés de Irixoa, se ha convertido -sin querer- en protagonista de una historia semejante a la del famoso y polémico 'Ecce Homo' de Huesca.

Había un problema en la parroquia: las polillas. Y el sacerdote, con toda su buena voluntad, trató de solucionarlo, pero no con la técnica más adecuada.

¿Qué hizo? El sacerdote preparó una mezcla de aceite quemado y queroseno que, desde luego, ha alejado a las polillas pero también ha destrozado una parte de la techumbre, un valioso entramado de tablas de castaño catalogado por Patrimonio y del que sólo existe otro ejemplo en la provincia de Ourense.

El cura lleva dos años en esta parroquia tras pasar casi media vida en Venezuela, y se defiende diciendo que lo importante de la iglesia son las piedras y los capiteles. Confiesa, en declaraciones a 'La Voz de Galicia', que "se le pasó hablar con Patrimonio". "Pero a lo hecho, pecho", concluye.