José Luis del Pozo: "Hay que prestar toda la atención a los pacientes de covid persistente y a las enfermedades mentales"

No se puede afirmar que la pandemia se ha acabado, pero sí que estamos en una fase endémica. Es por eso que hay que seguir insistiendo en la inmunización, porque “las vacunas funcionan, son eficaces y previenen de la mortalidad por COVID-19”. Así lo cuenta a Antena 3 Noticias el Dr. José Luis Del Pozo, director del Servicio de Enfermedades Infecciosas y Microbiología de la Clínica Universidad de Navarra. Tres años después de la declaración del estado de alarma, asegura que hay que prestar toda la atención tanto a los pacientes que padecen Covid persistente como a las enfermedades mentales.

PREGUNTA: ¿Qué hemos aprendido de la pandemia?

"Hemos visto que si uno invierte en investigación obtiene resultados palpables en salud"

RESPUESTA: Bueno, yo creo que hemos aprendido muchas cosas, pero hay una cosa por encima del resto. Fíjate que en octubre de 2019 no conocíamos ni habíamos oído hablar de COVID-19 y, apenas dos años después, había una vacuna eficaz y el 80% de la población española la había recibido. Una vacuna que impactaba en el curso clínico de la enfermedad y en la epidemia directamente. Hemos visto que si uno invierte en investigación obtiene resultados palpables en salud.

P: ¿Cuál es el reto?

R: El reto es ver si de aquí en adelante somos capaces de hacer lo mismo con otras enfermedades y en otros lugares del planeta.

P: ¿Cree usted que podemos dar por acabada la pandemia?

"Estamos en una fase final de integración entre lo que ha sido la pandemia y lo que se va a quedar como endémico"

R: Bueno, la realidad es que este virus venía para quedarse y ahora es un virus respiratorio que se ha integrado en la epidemiología del resto de virus respiratorios, como la gripe u otros coronavirus. A día de hoy no podemos decir que se ha acabado la pandemia, porque sigue habiendo un exceso de fallecimientos y de hospitalizaciones entre pacientes que sufren esta infección, pero sí podemos hablar de que estamos en una fase ya final de integración entre lo que ha sido la pandemia y lo que se va a quedar como endémico en nuestro medio.

P: Y en esta fase terminal de la pandemia, ¿qué le diría a aquellas personas que no quieren recibir la tercera dosis o que piensan que las vacunas tienen un efecto negativo a medio y a corto plazo que desconocemos?

R: Pues fíjate que a estas alturas de la película todavía hay personas que no han recibido ni una sola dosis de la vacuna. Que son precisamente las personas que sí se exponen al coronavirus, aunque es verdad que las nuevas variantes son menos agresivas, pero son las personas que están ingresando y son las personas en las que se está acumulando la mortalidad junto con los inmunodeprimidos. No hay una vacuna donde se hayan hecho más estudios y, bajo el punto de vista científico, creo que no hay ninguna duda de que las vacunas funcionan, son eficaces y previenen de la mortalidad por COVID-19.

Quizá lo que puede preocupar más de la pandemia es el Covid persistente que padecen muchas personas y del que se desconoce el tratamiento a medio plazo. Ese es un problema que estamos abordando ahora y que estaremos abordando los próximos años. Las secuelas que ha dejado y que va a dejar la COVID-19 son monumentales a nivel de la atención primaria, la atención hospitalaria. Está el 'long' Covid, con los síntomas residuales, están las complicaciones que han tenido estos pacientes.

Sobre muchas de estas cosas no sabemos por qué se producen, no tenemos claro cuáles son los mejores tratamientos. Indudablemente, ahora mismo, si yo tuviese que decir dónde deberíamos poner todos nuestros esfuerzos, es precisamente en estos pacientes con 'long' Covid o con secuelas postcovid.

P: ¿Qué hemos aprendido de la pandemia respecto a la salud mental? ¿Qué deberíamos de haber aprendido, especialmente respecto a los jóvenes?

"Solamente vemos la punta del iceberg y nos hace falta darle mucha más visibilidad y conocer y estudiar mucho más los problemas mentales"

R: Yo creo que este es un tema que no se ha abordado suficientemente bien ni durante la pandemia, ni después de la pandemia. Los problemas derivados de COVID-19, no solamente problemas orgánicos causados por el virus, sino por todo el resto de cosas, el confinamiento, el miedo, el miedo a las vacunas, el miedo a la enfermedad. Todo esto ha causado un aumento increíble de las enfermedades mentales, a las cuales no se les ha dado la importancia que realmente han tenido, igual que los suicidios, no solamente por la Covid, sino por la situación socioeconómicas que ha generado la Covid. Es un problema del que solamente vemos la punta del iceberg y nos hace falta darle mucha más visibilidad y conocer y estudiar mucho más de los problemas mentales derivados de la infección o de las consecuencias socioeconómicas de la Covid-19.

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