Boa Ferrol

Hallan en una caja la boa constrictor albina desaparecida en Ferrol y tienen que reanimarla

La boa constrictor albina no se movió del edificio en el que la tenía el propietario en Ferrol. Pasó la última semana desaparecida y ha sido encontrada dentro de una caja de cartón.

Efectivos de la policía local acompañados de un especialista en serpientes

Efectivos de la policía local acompañados de un especialista en serpientesEFE

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Acurrucada en el interior de una caja de cartón, ese ha sido el escondite de la boa constrictor albina que llevaba una semana desaparecida en Ferrol. Sus propietarios por fin respiran tranquilos al saber que su exótica mascota no solo está bien sino que no se había movido de la vivienda.

La Policía Local acompañada de un especialista en serpientes barajaron la hipótesis de que el reptil siguiese en el mismo edificio en la calle Galiano. Otra hipótesis es que se hubiese colado por el baño.

Un herpetólogo se encargó una vez localizada de intentar reanimar al animal ya que mostraba una temperatura corporal muy baja. Los expertos ya habían advertido de que la climatología actual de la ciudad coruñesa, con valores más bajos de los adecuados para este animal, podrían tenerla atontada.

Pese a la expectación que causó la noticia de su desaparición siempre ha tratado de enviarse un mensaje de calma ya que en el peor de los casos la boa podría morder a alguien si se sintiese amenazada y en ese caso la mordedura de este animal sería similar a la de un perro en el caso de un adulto. Sí sería peligrosa en caso de atacar a un niño.

Al reptil se le suministró un medicamento, un cóctel de vitaminas y aminoácidos sin ser necesario ponerle un antibiótico. Las medidas de la boa de casi metro y medio de longitud y más de 3 kilos.

En la pasada Ley de bienestar Animal el Ejecutivo dictó la prohibición de la tenencia como mascota entre otras especies los "reptiles venenosos y todas las especies de reptiles que en estado adulto que superen los 2 kilogramos de peso, excepto en el caso de quelonios".

La denuncia de la desaparición de la serpiente se interpuso en pleno proceso de mudanza, los dueños se ausentaron de Ferrol durante unos días y a su regreso echaron en falta del terrario a la boa.

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