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Día contra la violencia de género

Elisa se confinó con su maltratador: "El hombre al que quería me intentó estrangular delante de mis hijas"

Son muchas las mujeres víctimas de violencia de género que han tenido y tienen que pasar el confinamiento por la pandemia de coronavirus bajo el dominio y el mismo techo que su maltratador. Son situaciones límite, como la vivida por Elisa.

En resumen

  • El maltrato se ha acentuado en muchos casos durante el confinamiento por coronavirus
  • Las consultas online se han disparado, pero las denuncias han disminuido
  • Las víctimas se han visto encarceladas en casa bajo el dominio de su carcelero
  • En el confinamiento han aumentado las denuncias por quebrantar las prohibiciones de comunicación
  • Desde mediados de junio, desde el desconfinamiento, 20 mujeres han sido asesinadas

Elisa recuerda como el maltrato se acentuó durante el confinamiento por la pandemia de coronavirus. "Durante el confinamiento la cosa empeoró muchísimo. El hombre al que yo quería mucho me quiso estrangular delante de mis hijas", explica entre lágrimas.

Elisa nos cuenta su historia de dolor y maltrato por teléfono. Su caso está pendiente de juicio y aún tiene miedo.

"El hombre al que yo quería mucho me quiso estrangular delante de mis hijas"

"A las 8 de la mañana ya se levantaba insultando, ya se levantaba buscando una excusa para culparme de sus desgracias, de que él perdiese su trabajo. Yo tenía la culpa hasta de si estaba lloviendo o si hacía sol", explica así el maltrato sistemático a diario durante el confinamiento en el estado de alarma por la pandemia de coronavirus.

Las niñas lo veían todo

Sus dos hijas menores de edad, escuchaban todo y veían lo que ocurría en su casa con su madre. "Me llamaba subnormal, me llamaba retrasada mental, me llamaba guarra, cerda... Ellas (en alusión a sus hijas) siempre, siempre fueron testigos de los gritos, de los insultos, de los golpes. Se encerraban en la habitación llorando", revive Elisa con angustia. "¡Muy dificil!".

Elisa convivía con su maltratador y sus dos hijas en un piso muy pequeño, de unos 50 o 60 metros cuadrados y "sin tener ningún tipo de ingreso económico. No teniendo prácticamente nada", nos explica.

Vigiladas por su agresor, Elisa, como otras mujeres, buscaron soluciones para pedir ayuda. "La situación del confinamiento trajo mujeres con mucha vulnerabilidad, complicaciones y en continua exposición con el maltratador", describe Rocío Peces, psicóloga de la asociación Mum.

Elisa salió de casa incluso sin ropa

Elisa, como otros muchos casos, no tenía a dónde ir. No tenía empleo ni recursos económicos. Llega a la asociación que le ayudó "incluso sin la ropa, porque salió de la casa sin nada", explica Rocío Peces.

Las consultas online en relación a situaciones de violencia machista o violencia de género se han disparado durante la pandemia de coronavirus, en concreto, durante el confinamiento. Un incremento de un 460% en consultas y peticiones de ayuda durante el estado de alarma. El testimonio habitual era "que estaban encerradas, de cómo les insultaban, de lo que tenían que escuchar. Que no encontraban el momento para llamarnos. Que por favor no las llamásemos otra vez de nuevo", nos relatan.

Durante el confinamiento "se dan más las conductas de control y dominio que la violencia explosiva física"

"Sobre todo era un cárcel, para ellas era una cárcel. Estoy aquí con mi agresor y además no puedo hablar con nadie más. Con lo cual psicológicamente las hundia totalmente", así era lo que expresaban la mayoría de las víctimas de violencia machista a través de las consultas a distancia durante el confinamiento.

Rocío Peces apunta también que los expertos han percibido un aumento de la violencia psicológica durante el confinamiento. "Como están encerradas en casa, todo el día metidas, el maltratador tiene un control y un dominio mayor" sobre ellas. "Se dan más las conductas de control y dominio que la violencia explosiva física. Y ellas a su vez también porque él no entre en un momento de cólera, pues también intentan hacer más lo que él dice. Se crea esa situación en donde está la encarcelada y el carcelero".

Aumentan las consultas y disminuyen las denuncias

A pesar de que las peticiones de ayuda han aumentado, las denuncias por malos tratos o casos de violencia de género han disminuido.

Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio contra la violencia ddoméstica y de género, explica que "si una mujer está continuamente controlada por el maltratador, difícilmente va poder llamar a la policía, difícilmente va a poder llamar a alguien, a un vecino, a un familiar para que venga a ayudarla. Entonces en ese sentido, el control continuo del maltratador sobre ella les impide pedir ayuda".

"Había mucha más dificultad para acercarse, había mucho más control en la calle, pero sin embargo sí han aumentado los quebrantamientos de las prohibiciones de comunicación"

"No es que haya habido menos casos, sino que se ha denunciado menos. El silencio de las mujeres y del entorno de las mujeres a la hora de denunciar la violencia de género las puede poner en una situación de riesgo grave para su vida, su integridad física y la de sus hijos y sus hijas", afirma Ángeles Carmona.

En el segundo trimestre del año, el más golpeado por la pandemia de coronavirus, bajaron más de un 14%. La actividad en los juzgados de violencia sobre la mujer, no paró. "También han bajado significativamente, y es curioso, los quebrantamientos de las medidas de alejamiento. Claro, había mucha más dificultad para acercarse, había mucho más control en la calle, pero sin embargo sí han aumentado los quebrantamientos de las prohibiciones de comunicación. Se ha usado mucho más el teléfono, correo electrónico, redes sociales, para poder acceder a la víctima".

La crisis sanitaria ha traído una crisis económica. Esto ha acentuado la incertidumbre y la angustia. "Muchísimas mujeres que tienen miedo porque no saben cómo van a proteger a sus hijos económicamente, cómo se van a poder sustentar ellas en caso de crisis económica muy muy complicada", explica.

Ahora preocupan los meses de libertad. "Después del confinamiento sí se ha incrementado el número de denuncias. Y además, nosotros prevemos que haya un aumento considerable a partir de los meses de desconfinamiento. Ahora nos están denunciando hechos que ocurrieron durante el confinamiento", apunta Carmona.

Desde mediados de junio, 20 mujeres han sido asesinadas.

Elisa ahora tiene una nueva vida, una casa, "mi salud mental se está recuperando. Gracias a la asociación, si no llega a ser por ellas no sé donde habría acabado".