Abuso sexual

Condenado y suspendido un profesor de una academia de Vigo por besar a una alumna sin su consentimiento

La joven de 15 años denuncia, al menos, cinco besos y el Tribunal incide en que "el carácter sexual de la acción es evidente".

Aula vacía

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La Audiencia de Pontevedra ha condenado a dos años de cárcel, ha inhabilitado para cualquier profesión y ha prohibido aproximarse a la víctima, a un profesor de matemáticas de una academia de Vigo, por un continuo delito de agresión sexual a una menor.

Los hechos se remontan a 2019. Por aquel entonces se considera probado en la sentencia que el acusado envió a la víctima diferentes mensajes de WhatsApp con stickers de contenido sexual. Pero, fue más allá. En septiembre de este mismo año, el hombre la esperó con una gominola en la boca a la salida del ascensor de la academia. Según se puede leer en el escrito, le dio después "un beso en la boca sin contar con su consentimiento". Además, las magistradas aseguran que en otra ocasión se presentó en el domicilio de la menor, le ofreció unos dulces y un café, la agarró por los hombros y, de nuevo sin consentimiento, la besó.

No son los únicos episodios de los que se dan cuenta. Solo dos meses después, en noviembre, y aprovechando que se quedó a solas con la joven en la academia, la sujetó y le dio otro beso. El penúltimo ocurrió en el ascensor del centro, volvió a hacerlo y, según se relata, "la sujetó contra la pared y, contra su voluntad, la besó en la boca". El delito siguiente, pocos días después, consistió en lo mismo pero dentro de un aula cuando la alumna se encontraba sola.

Hay intención de "satisfacer sus deseos sexuales"

Por tanto, y según reza en la sentencia, "se cuenta con abundante documental que prueba una conducta del acusado, en cuanto a la víctima, que no encaja en la relación profesor-alumna, y que tampoco se presenta como igual, o al menos parecida, a la que mantenía el acusado con el resto de alumnos que declararon como testigos". Se subraya que "la verdadera intención del acusado fue la de satisfacer sus deseos sexuales, para lo cuál utilizó y manejó a una menor que sí se lo tomó como un juego, hasta que se dio cuenta de cuáles estaban siendo las verdaderas intenciones del condenado", entonces, denunció al profesor.

No fueron "besos de afecto" y los actos "atentan contra la libertad e indemnidad sexual de la víctima", sentencian. A pesar de que la sentencia no es firme, pues cabe presentar un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra condena a este hombre a los años de cárcel, inhabilitación para el ejercicio de la profesión de profesor durante dos años, prohibición de aproximarse a la víctima o comunicarse con ella por un período de tres años, y le ha quedado también prohibida la ejecución de cualquier oficio o actividad, sea o no retribuida, que conlleve contacto regular y directo con personas menores, esto último, durante siete años.

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