Luces de Navidad

La casa de Santa Comba (A Coruña) que le hace la competencia a las luces de Navidad de Vigo

Esta familia gallega lleva tres años adornando su casa con cientos de bombillas para celebrar las fiestas navideñas.

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Con la llegada de las fiestas navideñas, todos las miradas se dirigen hacia la ciudad de Vigo. Sin embargo, en una pequeña aldea de Santa Comba, en la provincia de A Coruña, una familia ha querido hacerle la competencia -eso sí, de manera sana- a la ciudad olívica decorando su vivienda familiar con cientos de bombillas y varios adornos: "Llevamos ya tres años decorando la casa. Se nos ha escapado un poco de las manos. No esperábamos tanta repercusión", dice entre risas Sonia Antelo, una de las impulsoras de esta decoración.

"Esto empezó un poco cuando fue la pandemia del coronavirus. Fueron unos meses que desanimaron a la gente. Por nuestra zona veíamos que la gente no se entusiasmaba nada con el tema de la Navidad. Por eso nosotros decidimos decorar nuestra casas para animar un poco a la gente", recuerda Sonia.

"Es algo que preparamos durante todo el año. Estamos pendientes de las ofertas, sobre todo en verano que es cuando está más barato comprar luces de Navidad. Después, montar todo, nos lleva más o menos una semana. Pero casi es peor desmontarlo, ya que tienes que esperar a que se sequen todas las luces y adornos para poder guardarlos", añade.

Una pequeña ceremonia para encender las luces

El pasado 19 de noviembre, esta familia dio el pistoletazo de salida a las fiestas navideñas -casi una semana antes que la ciudad de Vigo, bromean-. Lo hicieron al más puro estilo Abel Caballero, con una cuenta atrás que se podía seguir desde la fachada de la casa: "Hicimos un pequeño brindis y pusimos unos pinchos para celebrarlo con los vecinos", explica Sonia. "La intención es juntarnos todos. La vida ya de por sí es bastante dura entonces por lo menos tener algo con lo que disfrutar". Además recibieron la visita del alcalde de la localidad: "No nos lo esperábamos. Fue una alegría inmensa".

Durante el mes de noviembre solo encienden la iluminación durante unas horas, pero a partir de diciembre las cientos de bombillas permanecen encendidas durante toda la noche: "A la gente que pasa por aquí le llama la atención. Es muy bonito", dice Antelo.

Una tradición que ya se ha quedado para los próximos años: "En principio lo vamos a seguir haciendo. Cada año vamos aumentando un poco: más luces y más adornos. Este año tenemos un árbol de Navidad y varios muñecos de nieve".

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