Asesino múltiple
Un asesino múltiple se instala en una aldea de Ourense ante el miedo de sus vecinos: "antes de saber quién era le ayudábamos"
Salió de prisión en febrero. En su historial suma el asesinato de un hombre, de una niña de 11 años en los años ochenta, y de una mujer en Ourense en 2005. Los vecinos están preocupados por su nuevo vecino.

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Son nueve vecinos. Todos se conocen y se ayudan. El día a día en la aldea de San Pedro, en el pequeño ayuntamiento ourensano de A Bola, se caracteriza por la calma y la paz de quienes viven entre las tareas del campo y visitas de los nietos. Pero desde el mes de febrero la situación ha cambiado.
El vecino 'incómodo' tiene ahora 72 años y ha pasado 40 en prisión. Su vida ha discurrido entre delito y delito. Los más pequeños, robos o tráfico de drogas. Los verdaderamente graves, asesinatos y agresiones sexuales. Su historial abarca varias décadas y distintos lugares de todo el país.
Los delitos más graves
Hay que remontarse hasta 1979 para localizar su primera condena. Fue por tres casos de intento de abuso sexual; a una niña de 10 años, a otra de 13 y a un joven al que amenazó con un cuchillo. La Audiencia de Teruel le castigó con cuatro meses y un día de prisión. Después de esto hubo, al menos, otras dos agresiones sexuales a dos mujeres. Una de ellas también menor de edad, tenía 17 años.
En 1982 asesinó al marido de la mujer con la que estableció una relación
En 1982 llegó su primer delito de sangre. Asesinó al marido de la mujer con la que había establecido una relación sentimental, le asestó 17 hachazos y acabó enterrando su cuerpo que no fue localizado hasta tiempo después. Huyó de este lugar sin que su crimen se conociese, lo hizo acompañado de esta mujer y sus hijos, pero aún así no tardó en volver a delinquir.
Fue en 1984, cuando cometió uno de sus crímenes más terribles, el de Victoria, una niña de 11 años, amiga de su hija, de la que abusó y a la que acabó ahogando en la bañera para que no le delatase. Este caso causó una gran conmoción en el barrio rural de Zaragoza en el que se produjo, con el propio Gali participando en las batidas de búsqueda de la niña hasta que, finalmente, fue descubierto.
No fue su último asesinato. Entró en prisión pero al salir volvió a matar. En esta ocasión le bastaron 20 días en libertad para acabar con otra vida. Fue en 2005, cuando golpeó a una mujer en Ourense dejándola tirada en una cuneta. Quiso entonces hacer creer al juez que él no se había percatado de que estaba muerta si no que pensaba que recuperaría el conocimiento.
Los vecinos no esconden su miedo
Una vida unida al asesinato. Un desprecio total por la vida ajena en cada uno de sus actos. Una frialdad a la hora de declarar sobrecogedora. Todo esto es lo que preocupa ahora a los vecinos de A Bola en Ourense. ““Aquí nos conocemos todos y hay preocupación”, nos dicen sin querer hablar a cámara.
“Cuando llegó le prestamos ayuda porque no sabíamos nada”, nos cuentan. Se encontraron con un septuagenario con cierta discapacidad en una pierna y quisieron echarle una mano. La vivienda a la que se mudó se encontraba en muy malas condiciones y algunos vecinos incluso le ayudaron con pequeñas obras para mejorar su calidad de vida.
"La información es pública"
Fue la alcaldesa de este municipio la que les desveló su pasado. “Era información pública, no datos privados. La información estaba en las redes sociales y en la prensa”, explica María Teresa Barge. Por ello, la regidora consideró importante que estos vecinos, que incluso entraban de manera habitual en su casa y convivían de forma estrecha con esta persona, estuvieran al tanto de su trayectoria.
Desde ese momento, los nueve residentes en esa pequeña aldea de San Pedro han cortado todo tipo de relación y temen lo que pueda ocurrir. Aseguran que desde que la información es pública apenas le ven, pero no esconden su preocupación al saber que viven, literalmente, puerta con puerta con un asesino
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