200.000 personas disfrutaron de la noche meiga de San Juan en A Coruña que acabó con una treintena de incidentes

La noche de San Xoán o San Juan en A Coruña se resume con unas pocas palabras: tranquila, lo esperable. Según efectivos de la Policía Local, la Policía Nacional y los bomberos, fueron pocas las incidencias que tuvieron que atender y especialmente leves.

Nos hablan de cortes, leves quemaduras u hogueras que se fueron de las manos de los usuarios y hubo que controlar. Se produjeron cerca de la treintena de incendencias, pocas (consideran), más bien asumibles, para las cerca de 200.000 personas que disfrutaron de la noche de San Juan en la ciudad de A Coruña, tanto en playas como en los distintos barrios y calles donde se crearon también aglomeraciones alrededor de pequeñas hogueras.

Limpieza desde las 6 de la mañana

Los chavales se dejaron guiar y a las seis de la mañana en punto la policía local desalojó poco a poco la playa de Riazor y la de Orzán, para dar paso a la limpieza de las mismas. Algunos volvían a sus parcelas en búsqueda de algún teléfono o cartera perdida, pero, en esencia, los chavales hicieron caso a las fuerzas de seguridad.

Ya sobre las seis y media de la madrugada comenzaron los efectivos de limpieza por la esquina del Playa Club, en la playa de Riazor. “No nos queda nada”, decía una de las limpiadoras a pié de playa. Lo que más se encontraban eran plásticos derivados del consumo de alcohol o de otros y, además, restos de madera y lo que quedaba de las hogueras.

Para la limpieza se utilizaron tractores, mangueras para terminar de apagar las pocas llamas que quedaban y mucho personal con rastrillo. Todo para poner a punto las playas en este día festivo en A Coruña, a pesar de que el día de hoy no será de playa en el ayuntamiento.

Después de la playa, siguió la fiesta

Ojo porque aunque la fiesta se acabase en las playas de la ciudad herculina, la gente se movió a otros puntos para continuarla. Palexco fue la siguiente parada de esta madrugada de San Juan en A Coruña. Luego, como es de costumbre en estas largas fiestas, se vieron colas en lugares de comida para llevar, para repetir la cena antes de acostarse o casi que ya para desayunar.

Una noche mágica

Las hogueras ya empezaron a encenderse cuando cayó el sol en A Coruña. Pero la mayoría esperaron a que se prendiese la falla, al dar las doce de la noche y empezar ya la noche más corta del año.

Una falla llamativa, desde luego, donde sus protagonistas eran variados, aunque resaltaba un pulpo. Prendieron la falla el escritor Manuel Rivas, representantes del OAR Balonmano Coruña y de otras instituciones culturales y familiares de las cantareiras homenajeadas este año en las Letras Galegas. La falla ardió entre aplausos, gritos, silbidos y fue protagonista de numerosos vídeos.

Los que saltaban la hoguera lo hacían varias veces, pero cada uno a su manera. Algunos decían que había que saltar tres veces para quitar los malos espíritus y traer la buena suerte. Otros decían que siete y otros que doce. La mayoría pedían salud, trabajo, estabilidad y buena suerte para ellos y su familia.

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