Mente en blanco

Así reacciona tu cerebro cuando dejas la mente en blanco

¿Es posible dejar la mente completamente en blanco? Un estudio analiza cómo reacciona nuestro cerebro ante la ausencia de pensamientos en estado de vigilia.

Dibujo de un cerebro

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¿Alguna vez has pulsado el off de tu cerebro y has dejado la mente en blanco? No pensar en nada resulta para muchas personas un auténtico ejercicio de concentración, tal es la complejidad de este estado que no existe una descripción objetiva de qué se siente en dicho momento.

Hay quienes hablan de una sensación de "somnolencia", otros de "una completa ausencia de consciencia" e incluso de "lapsos de atención". Esta experiencia es íntima y subjetiva y no hay un patrón que se repita en determinadas situaciones o personas.

En la encuesta de WhatsApp de la semana que viene, decidisteis que hablásemos de qué ocurre en nuestro cerebro cuando dejamos la mente en blanco y, como siempre, vuestros deseos son órdenes. De la mano de Javier Camiña, vocal de comunicación de la Sociedad Española de Neurología, vamos a intentar agitar nuestro cerebro en esos momentos de parón.

Un equipo internacional de neurocientíficos y filósofos de instituciones como el Centro de Investigación en Neurociencias de Lyon (Francia), la Universidad de Lieja (Bélgica) y la Universidad de Monash (Australia) explica en un informe que durante la vigilia, nuestros pensamientos transitan entre diferentes contenidos, pero en ciertos momentos, esos pensamientos se nos muestran como vacíos de contenido y es entonces cuando se habla de mente en blanco. El doctor Camiña explica que dicho estudio "analiza una serie de pensamientos o situaciones que comparan con tener la mente en blanco, pero no todo el mundo alcanza la misma situación. Parece que hay personas con una facilidad mayor que otras. Pero el estudio se centra en ese estado intermedio que hay entre la vigilia y el sueño, en el cual simplemente una persona no evoca los mismos pensamientos. Hay diferencias de concepto entre el 'he olvidado lo que tenía en la cabeza' o 'estoy distraído y no soy capaz de evocar nada o no tengo nada'".

Aunque guarda cierta relación, es relevante diferenciar esta situación de la meditación. "La meditación sería estar absolutamente consciente de mi propio cuerpo, pero absolutamente vacío de contenido de otros pensamientos que me estén interrumpiendo. Pongo el foco en una situación de autoconsciencia. El artículo se centra bastante en lo que es la identificación de que durante esa consciencia plena no estamos siendo plenamente conscientes de lo que está pasando. Digamos que nuestro modo por defecto del cerebro sigue funcionando, pero quizás no puede escoger el foco en esa situación", explica el neurólogo.

Anteriormente, la mente en blanco solo se estudiaba mediante investigaciones y experimentos desarrollados para estudiar la divagación mental. En este trabajo se incluyen los datos extraídos de observar la actividad cerebral de los participantes y de él se entiende que "hay una conectividad positiva y alta con todas las áreas del cerebro por igual. Digamos que hay una dificultad alta para elegir esa actividad prioritaria en ese momento. Es como si un ordenador tiene varios programas abiertos y no puede elegir uno en concreto. Entonces, digamos que hay una interrelación entre ellos, no es que esté apagado. Hay una actividad, pero simplemente, nada pasa a primer plano y eso es lo que hace que sean incapaces de que funcione como siempre la memoria, la atención, o el lenguaje".

Preguntamos al doctor Camiña si entre hombres y mujeres se aprecian diferencias a la hora de dejar la mente en blanco, algo que podría relacionarse con uno de los prejuicios de género más asentados en nuestra sociedad. ¿Son los hombres capaces de hacer dos cosas al mismo tiempo? Con sentido del humor, reconoce que "hay diferencias a nivel de atención y de procesamiento de la información entre hombres y mujeres" por lo que podría ser probable que ellos tomen decisiones de una manera más determinada, mientras que el pensamiento de las mujeres tiene en cuenta mucha más información y su proceso de razonamiento puede ser diferente". Pero dicho esto, el doctor no puede dar una respuesta tajante de quiénes experimentan con mayor frecuencia el estado de la mente en blanco.

Según el estudio internacional, que se ha publicado en la revista 'Trends in Cognitive Sciences', la frecuencia de la mente en blanco varía mucho entre distintas personas, pero una persona experimenta el fenómeno aproximadamente entre el 5% y el 20% del tiempo en promedio. ¿Y qué se observó en estos momentos? Cuando el cerebro se queda dormido tras tareas de atención sostenida, la frecuencia cardíaca y el tamaño de las pupilas disminuyen y el cerebro muestra una menor complejidad de señales. Se aprecian interrupciones en el procesamiento sensorial y ondas electroencefalográficas lentas, similares a las del sueño.

La mente en blanco ocurre tanto a individuos neurotípicos como personas que no son neurotípicas, si bien es cierto que se aprecia que las personas con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) los sufren con más frecuencia. El doctor puntualiza que "el estudio se centra en analizar qué ocurre en el cerebro cuando se tiene la mente en blanco. Desde el punto de vista práctico, tener la mente en blanco es algo que vamos viendo durante el día, pero a partir de ahí, no quiere decir que una persona pueda ser más o menos productiva si tiene mucho tiempo la mente en blanco. Hay diversos estudios que relacionan una mayor capacidad de creatividad cuando nos hemos aburrido, cuando hemos estado fuera de tener tantos estímulos, por tanto, la mente en blanco forma parte de la normalidad".

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