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Dislexia

Así es el día a día de una persona con dislexia

La dislexia es considerada como un trastorno en el aprendizaje que afecta entre un 3% y un 6% de la población escolar.

En el día mundial de la dislexia, 8 de noviembre, queremos enseñar como han creado un simulador de cómo es leer con dislexia. Según la OMS la dislexia es un trastorno específico de la lectura cuyo "rasgo principal es una dificultad especifica y significativa en el desarrollo de las habilidades para la lectura que no puede explicarse únicamente por la edad mental, problemas de precisión visual, o una escolarización inadecuada".

Los expertos del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid advierten de esta situación que atraviesan las personas con dislexia, un trastorno cuya prevalencia es entre el 5 y el 10 %; es decir, que en una clase de 25 niños al menos uno tiene este trastorno que se relaciona con el rendimiento académico.

Ana Salvador, miembro del comité de educación del Colegio, ahonda en ello: "las tabletas, los móviles, los dispositivos electrónicos ayudan y suponen un avance cuando se usan bien, pero si se utilizan constantemente pueden provocar, especialmente en niños que sufren este trastorno o el de déficit de atención, mayor impulsividad y también frustración". "Si ya de por sí estos niños tienen papeletas de tener estas dificultades, esto juega en contra y los niños empiezan a notar que son diferentes", comenta esta logopeda, que recuerda los principales inconvenientes en el aprendizaje de las personas con dislexia: dificultades con la lectura, escritura y comprensión lectora.

Hay indicadores tempranos a partir de tercero de Infantil que permiten identificar la dislexia, pero según la logopeda, no se están usando en muchos colegios porque -asegura- "hay un desconocimiento total en este ámbito". "Si el profesor nota algo raro en el niño -explica- debería derivarlo al equipo de orientación del colegio.

Normalmente los profesores de aula lo suelen hacer, pero ellos no le pueden ayudar si el equipo de orientación, formado entre otros por psicólogos y pedagogos, no le pone una etiqueta". Pero los indicadores tempranos se dan incluso antes de que los niños comiencen a aprender la lectura y la escritura. "Hay que desterrar la famosa frase de 'ya hablará' cuando estamos ante un niño que apenas realiza frases a los dos años y medio, ya que ese retraso puede ir aumentando".

La "torpeza motora" es otro indicador de un posible problema de lectura, con lo que habrá que considerar que necesita un mayor apoyo si por ejemplo el niño ha tenido dificultades para aprenderse los colores, los números, los días de la semana o tiene problemas para centrar su atención.

La dislexia tiene un componente hereditario y otro neurobiológico, porque se han constatado casos en los que algunos "genes del lenguaje" estaban alterados y otros en los que eran determinadas áreas del cerebro del hemisferio izquierdo, implicadas en el procesamiento del lenguaje. Se nace con dislexia y ésta no va a desaparecer, pero desde la logopedia, según Salvador, sí se pueden construir puentes para que la persona se enfrente a la lectura y escritura con mayor éxito.

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