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"Las iniciativas tutelan los valores esenciales de la vida, desde su concepción, y de la familia, fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, ayudan a responder a algunos de los desafíos más peligrosos e insidiosos que se oponen al bien común", ha señalado en su discurso.

En este sentido, ha mostrado "su aprecio" a las iniciativas sociales y pastorales "que luchan contra los mecanismos socioeconómicos y culturales que traen el aborto" y que, según sostiene, "tienen bien presente la defensa de la vida y la reconciliación y restablecimiento de las personas heridas por el aborto". "Es urgente el empeño de los cristianos en la defensa de los derechos humanos, atentos a la totalidad de la persona humana en todas sus dimensiones", ha reclamado.

El pasado mes de febrero se aprobó la ley de matrimonio homosexual en Portugal y en estos momentos está a la espera de que sea promulgada por el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, que es católico practicante.

Crisis económica, cultural y espiritual

Por otra parte, ha manifestado que la crisis socio-económica, cultural y espiritual "pone de manifiesto la oportunidad de un discernimiento orientado en la propuesta creativa del mensaje de la doctrina social de la Iglesia". "El estudio de esta doctrina -ha continuado el Papa- permitirá trazar un proceso de desarrollo humano integral".

"No se trata de un simple conocimiento espiritual sino de una sabiduría que da sabor y condimento, ofrece creatividad para afrontar una crisis tan amplia y compleja como esta", ha recalcado el Pontífice. En este sentido, dijo que tanto las organizaciones eclesiales como las que no los son "pueden perfeccionar su capacidad de conocimiento y guía en vista de una nueva dinámica".

También se ha referido a la necesidad de formar "una nueva generación de líderes" para la pastoral social y que esto "merecerá una particular premura de los pastores, atentos al futuro".

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