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CERCADO POR LOS CASOS DE CORRUPCIÓN
El Gobierno confirma que Lula será el ministro de la Presidencia de Rousseff
Luiz Inácio Lula da Silva va a opcupar el cargo de ministro de la Presidencia en el gabinete de la actual mandataria, Dilma Rousseff. Con esta decisión, Lula pasará a tener foro privilegiado y todas las causas en su contra deberán pasar a manos de la Corte Suprema.
El Gobierno brasileño ha confirmado que Luiz Inácio Lula da Silva, salpicado en las últimas semanas por asuntos de corrupción, será el nuevo titular del influyente Ministerio de la Presidencia. En una nota oficial, Rousseff informó de que Lula, su antecesor y padrino, asumirá esa cartera, que hasta ahora estaba en manos de Jaques Wagner, que pasará a ser jefe de gabinete.
La decisión, según Florence, fue tomada después de una rueda de consultas que Rousseff tuvo durante los últimos dos días con el expresidente en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia en la que Lula vivió entre 2003 y 2011, período en que ejerció como jefe del Estado de Brasil. Rousseff ha criticado en varias ocasiones las medidas coercitivas aplicadas sobre su antecesor y la semana pasada llegó a apuntar que sería un "orgullo" tener a Lula da Silva como ministro del actual Gobierno.
Lula fue detenido brevemente el pasado 4 de marzo para interrogarlo sobre la propiedad de un tríplex ubicado en el Edificio Solaris, un condominio de lujo ubicado de Sao Paulo construido por el grupo de ingeniería OAS, involucrado en el escándalo de corrupción de Petrobras. Los investigadores creen que Lula es el verdadero dueño del apartamento y que lo habría recibido como pago por ejercer su influencia en la adjudicación de los contratos públicos de Petrobras, de acuerdo con la prensa local.
"Tendremos un ministro con larga experiencia para ayudar al país", agregó Florence, que aseguró que la decisión ha sido tomada "única y exclusivamente con el objetivo de poner fin a la crisis" política y económica. El diputado negó que Lula, como ministro, pueda obstaculizar las investigaciones que tramitan en tribunales en su contra o aquellas que afectan a otros funcionarios del Gobierno o parlamentarios del PT. "Fue con Lula en el Gobierno que se fortalecieron el combate a la corrupción e instituciones como la Procuraduría General, que obtuvo la autonomía que tiene hoy para investigar", declaró.
Según fuentes oficiales, una de las principales tareas de Lula en el Gobierno será aglutinar a la fragmentada base parlamentaria del oficialismo, con vistas al eventual juicio político que el Congreso puede retomar contra la mandataria en los próximos días. Lula asumirá un ministerio desde el que se controlan todos los resortes del poder, lo cual le permitirá influir en cada una de las decisiones de su sucesora y también en las de su base parlamentaria, a la que intentará unir de cara al eventual proceso que pudiera desalojar a Rousseff del poder.
Lo hará bajo la sombra de las causas abiertas en su contra, en las que es sospechoso de enriquecimiento ilícito, blanqueo de dinero y falsificación de documentos, cargos por los que la justicia aún no se ha pronunciado pero que llevaron a la Fiscalía de Sao Paulo a pedir su detención preventiva, que todavía no ha sido decidida. Sin embargo, con su incorporación al gabinete de Rousseff, Lula pasará a tener foro privilegiado y todas las causas en su contra deberán pasar a manos de la Corte Suprema, lo cual deberá dilatar todos los procesos.
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