Varios sanitarios en las inmediaciones del Pavelló d'Esports de la Vall d'Hebrón

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Coronavirus

Los sanitarios españoles se quejan de su situación ante el coronavirus en 'The New York Times': "Nos están convirtiendo en kamikazes"

Miles de personas se han contagiado de coronavirus y el personal sanitario no ha dejado de trabajar para superar la pandemia, aunque sin material ni personal.

En resumen
  • Más de 12.000 personas sanitarias se han infectado de coronavirus
  • No hay casi personal en residencias

Desde que el coronavirus llegó a España, el personal sanitario no ha dejado de trabajar para conseguir vencer la pandemia. Durante estas semanas, más de 12.000 sanitarios han sido infectados con el virus.

Sus condiciones son complicadas y viven día a día como una lucha. En el Hospital La Paz, Lubna Dani fue la segunda en contagiarse. Ella es doctora en urgencias y explica que de 40 que son, 16 han tenido que entrar en cuarentena.

No solo médicos, sino también enfermeros. Varios de ellos, de hospitales como el 12 de Octubre o Infanta Sofía, afirman que una gran parte de sus plantillas se encuentran aislados por el Covid-19.

En las residencias, la situación no mejora. "Las plantillas se han reducido a menos de la mitad y no encuentran personal para sustituir", explica Juani Martínez, representante en Comisiones Obreras, en un vídeo para 'The New York Times'.

Sin embargo, todos ellos llegan a la misma conclusión. La falta de medios y de protección ha contribuido a esos contagios. Las batas, por ejemplo, las reutilizan y tampoco son las adecuadas en estos casos.

Debido a esta falta de material, el personal sanitario tiene que tirar de imaginación para conseguir esa protección necesaria. Fabrican trajes especiales con bolsas de basura o mascarillas de papel. Porque no solo se dedican a salvar vidas, sino que también se dedican a pensar en nuevos métodos para evitar contagios.

Pero ahora se encuentran en otra situación. Ya no piden material, ya que hacen lo imposible por obtener esos equipos de protección. Ahora piden más manos, más ayuda. "Nos están convirtiendo en kamikazes sanitarios", afirma Eugenia Cuesta, enfermera. "Al final, uno se hace médico de urgencias para salvar vidas y lo que me preocupa es no poder hacerlo", concluye Lubna Dani.