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APROBADO CON 38 VOTOS A FAVOR Y 27 EN CONTRA
La comisión especial del Congreso aprueba la apertura del juicio político contra Rousseff
La presidenta de Brasil, acorralada por los escándalos de corrupción, se enfrenta a la reprobación del Parlamento brasileño en el que ha perdido la mayoría. Una comisión especial aprobó anoche enviar al Pleno el proceso de destitución. Los diputados decidirán así, por tercera vez en su historia, el futuro de un presidente. Este juicio político, con fines de destitución, es un instrumento presente en las constituciones brasileñas desde 1891.
Una comisión especial de la Cámara de Diputados de Brasil ha aprobado, con 38 votos a favor y 27 en contra, la apertura de un juicio político contra Dilma Rousseff al entender que existen fundamentos para acusar a la presidenta por irregularidades que su Gobierno cometió en las cuentas públicas de 2014.
Tras este importante paso, el caso pasará ahora a la Cámara de Representantes, donde se necesitan 342 votos del total de 513 parlamentarios para determinar si es admisible y remitir el caso al Senado, según ha informado el periódico brasileño 'O Globo'.
Rousseff podría ser suspendida de sus funciones si la Cámara alta acuerda por una mayoría simple llevarla a un juicio bajo cargos de violación de leyes presupuestarias para presuntamente favorecer su reelección en el año 2014.
Partidarios del Gobierno insisten en que la presidenta no cometió ningún delito y dicen que el proceso es un intento de "golpe" de Estado. Por su parte, los legisladores opositores han celebrado el resultado de la comisión especial al grito de "Fuera Dilma"
La medida cita la manipulación de cuentas fiscales y la firma de decretos de liberación de créditos suplementarios sin la aprobación del Congreso como indicios de delitos que justifican el inicio del proceso contra Rousseff, según detalla Reuters.
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