Vuelos

La advertencia de una joven que se pasó todo un vuelo durmiendo: "Mi pierna comenzó a arder y a hincharse"

Lois Chitticks voló de Londres a Australia y, a los dos días, notó algo extraño en su pierna izquierda.

Imagen del interior de un avión

Imagen del interior de un aviónPixabay

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El avión se ha convertido en uno de los medios de transporte más populares. El auge de la cultura del turismo ha llenado el espacio aéreo de estos vehículos alados. Y aunque su seguridad está fuera de toda duda, existen algunos riesgos relacionados con el volar. No nos referimos a sufrir un accidente aéreo, sino a lo que le ha ocurrido a esta pasajera que iba de Londres a Australia.

Lois Chitticks, de 26 años, volaba de la capital de Reino Unido al país océanico el pasado 31 de diciembre. Un largo vuelo de 20 horas que pasó, la mayor parte del tiempo, durmiendo. Todo sale correctamente o, al menos, eso pensaba ella.

A los dos días de llegar a su destino, la pantorrilla izquierda de esta joven comenzó a hincharse: estaba "caliente" y sentía como si se hubiera "desgarrado un músculo", cuenta la propia Lois en sus redes sociales para alertar a otros pasajeros sobre su experiencia.

"Sentía más calor que la otra pierna y me molestaba tanto que no podía dormir", dijo, describiendo la sensación como una "canica" en su pantorrilla y sin imaginarse que se trataba de un coágulo de sangre de 4 centímetros el que le estaba causando esta irritación.

Las posibilidades de sufrir un coágulo

La posibilidad de que se formen coágulos de sangre es mayor después de volar debido a los largos períodos de inmovilidad y la reducción de la presión del aire. Un riesgo que es mayor en aquellos que tienen problemas de circulación, fuman, tienen antecedentes familiares o toman ciertos medicamentos.

"Durante el vuelo no me levanté en absoluto porque estaba muy cómoda en mi asiento del pasillo. Me levanté una vez al final de ambos vuelos para ir al baño. Aparte de eso, dormí todo el tiempo", dijo Lois.

De hecho, el padre de la joven ya le había advertido de que se moviera con frecuencia e, incluso, le había dado calcetines de compresión. Pero ella 'pasó' de él: "Ahora lo lamento enormemente", añadió en el vídeo.

Los médicos recomendaron a Lois que esperara a que el coágulo se disolviera por sí solo. Sin embargo, también le dijeron que iba a necesitar controles durante los próximos meses: "Dijeron que era una TVP grande y que tendré que tener cuidado durante los próximos tres a seis meses. Ahora seré propensa a sufrirlos en el futuro y también tendré que usar medias de compresión".

"Si la TVP no desaparece o se mueve, tendré que tomar anticoagulantes durante un máximo de un año", explicó. Aunque lo que más le preocupa es que el coágulo "pueda moverse o que seré propensa a sufrirlos más adelante en la vida. ¡Yo también me siento tonto porque debería haberme levantado un par de veces!".

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