El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, asegura que el Gobierno "respeta" e incluso "comprende" el movimiento del 15 de mayo y los llamados 'indignados', pero cree que deben tener en cuenta que no todas las protestas tienen razón ni todas las propuestas son posibles. En concreto, quiso dejar claro a quienes protestan contra esta crisis y los recortes que "fuera del euro, España va a al infierno".
Ante el Pleno del Congreso y a raíz de una interpelación planteada por el diputado de IU, Gaspar Llamazares, el ministro comenzó expresando el "respeto" del Gobierno a todo el conjunto de movimientos y manifestaciones etiquetados con el 15-M. "Y no sólo lo respeta, sino que lo comprende, e incluso se siente destinatario de las quejas", sentenció.
Pero a partir de ahí precisó que si bien todas las protestas son legítimas, "no todas tienen razón", y que, aun cuando es positivo que se lancen propuestas para mejorar la democracia, "no todas son posibles".
"También hay que escuchar a los 23 millones que votaron"
Y, además, recordó que este movimiento del 15 de mayo ha coincidido con un proceso electoral en la que millones de españoles votaron y dieron legitimidad a concejales y diputados autonómicos. "23 millones de españoles que votaron y a los que también hay que hacer caso", remachó.
A su juicio, uno de los ejes de las protestas es la crisis económica y dijo coincidir en la conveniencia de que la política regule a los mercados. En ese sentido, lamentó problemas de "comunicación" hacia sociedad porque, según dijo, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha defendido medidas como la tasa Tobin o la imposición de topes en los sueldos de directivos de empresas que reciben ayudas públicas.
También señaló que la economía española ha tenido "un desplome brutal" en estos años y que, aun cuando los gastos eran y son estructurctales, entre otras cosas para financiar políticas sociales, los ingresos han sido coyunturales y se perdieron con el desplome del sector inmobiliario. En ese contexto, cree que "hay que hacer esfuerzos para no pedir tanto dinero a los mercados y hacer reformas para volver a crear empleo".
En ese contexto, defendió "la verdad" frente a los 'indignados' y en concreto recalcó que el proyecto europeo de 50 años "está en riesgo" y que "hay que salvar el euro". "Cuando se protesta contra el euro, las salidas pueden resultar incómodas pero hay que decir que, fuera del Euro, Europa desaparece y España va al infierno", sentenció.
Jáuregui reconoció asimismo que hubo alegría en la concesión de créditos hipotecarios y recordó que se ha creado una subcomisión en el Congreso para estudiar cómo gestionarlos ahora en tiempos de crisis.
Los representantes políticos son parte de la sociedad
Y con relación a posibles mejoras en la calidad de nuestra democracia, abogó por escuchar a estos movimientos pero "diciéndoles la verdad" y aclarando que algunas propuestas de reforma electoral "arreglan unos problemas y crea otros". Y en todo caso, remarcó que los partidos, aunque tengan que abrirse más a la sociedad, son los mejores mecanismos de una democracia y que sus representantes, aunque imperfectos, son parte y reflejo de la sociedad.
La intervención de Jáuregui, respondida con una ovación del grupo Socialista con sus diputados puestos en pie, no contentó a Llamazares, quien dijo no compartir el diagnóstico hecho por el ministro.
A su juicio, ha habido un "golpe de mercado contra el estado social europeo" y aboga por "repensar" el pacto del euro y por evitar el sufrimiento que lo único que hacen es "socializar el sufrimiento".
"El movimiento 15M ha demostrado que los humillados no consienten, sino que reaccionan y se indignan --aseveró--. Si somos sensibles a las presiones de los mercados, le pido la misma sensibilidad para las reivindicaciones del moviomiento. No dejemos que las ratas, en este caso los especuladores, se hagan con nuestra ciudad".