El 22 de febrero se produjo un incidente violento en la embajada de Corea del Norte en Madrid. Se habló de un asalto por parte de varios hombres armados a primeras horas de la tarde de un viernes que golpearon, maniataron y pusieron bolsas en la cabeza a las ocho personas que estaban en el edificio. Una pudo escapar y alertó a los vecinos, que avisaron a la policía. Cuando llegó la patrulla, la persona que abrió dijo que todo estaba en orden. Poco después dos coches de la misma embajada salieron a toda velocidad, pero los abandonaron unas calles más allá. Ahora se piensa que podían ser los mismos asaltantes huyendo. Los norcoreanos aparecieron en el interior asustados y magullados.
Tras las investigaciones del extraño suceso la policía y los servicios secretos españoles tienen una sospecha: algunas de las personas que participaron, identificadas por las cámaras de seguridad, pueden tener relación con los servicios secretos norteamericanos. El asalto se produjo cinco días antes del encuentro entre Donald Trump y el líder norcoreano en Vietnam. Una de las personas que estuvo en los preparativos de esa reunión fue Kim Hyok Chol, el embajador expulsado de España y que se ha convertido en uno de los principales asesores de Kim Jong-un. La deducción es que los asaltantes buscaban datos sobre este personaje.
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