Pedro Sánchez ha sido el primero en comparecer tras la reunión mantenida este miércoles con el presidente de le Generalitat, Pere Aragonès, en el marco de la mesa de diálogo entre el Ejecutivo central y el Govern.
Mientras las dos delegaciones continuaban reunidas, Sánchez ha hablado ante los medios y lo ha hecho para constatar "las posiciones extremadamente alejadas" que, a día de hoy, existen entre el Gobierno y la Generalitat.
Trabajar sin plazos
"Las posiciones de ambas partes para resolver los problemas de Cataluña son radicalmente distintas", ha lamentado, al tiempo que insistía en la necesidad "de trabajar sin plazos" para encontrar una solución al conflicto. Hasta en seis ocasiones ha echado mano de esa expresión, una postura que contrasta con el límite de dos años dado por la Generalitat para conseguir el sí del Gobierno al referéndum de independencia.
Sánchez, además, ha pedido a Aragonès, que "escuche a todos los catalanes, no solo a una parte" y ha asegurado que el referéndum no es una opción para el Gobierno. "Lo último que ahora necesita Cataluña es un nuevo desgarro y fractura".
Las prioridades de la sociedad catalana -ha dicho- son otras. En primer lugar "superar la pandemia" y, en segundo, "la recuperación económica".
La ausencia de JxCat
Sobre la ausencia de JxCat en la mesa de diálogo, el presidente del Gobierno ha vuelto a repetir que se debe única y exclusivamente "a una decisión de la Generalitat". "Nosotros somos muy respetuosos y en ese asunto no nos metemos", ha señalado, mientras aseguraba que espera cerrar acuerdos también con el partido de Carles Puigdemont.
Cuestionado por la paralización de la ampliación de El Prat, Sánchez ha explicado que es una idea que, de momento, "está aparcada" porque la posición de la Generalitat "no está madura". "No hay consenso, y así es imposible", ha dicho.
Polémica y rumores
La mesa de diálogo ha estado marcada por la polémica y los rumores. Después de que se confirmase a última hora la presencia del presidente del Gobierno y de que el independentismo catalán llegue a la cita más dividido que nunca, como quedó demostrado en la Diada 2021.
En ese sentido, Sánchez ha pedido esta mañana, durante el Pleno de Control en el Senado, no poner plazos a la mesa con Cataluña para "evitar frustraciones", ya que ha pronosticado que el diálogo "va a ser largo" porque "lo que ha ocurrido en diez años no lo vamos a resolver en dos años, ni en tres ni en cuatro".
