Se trata de un cambio de estrategia en cómo abordar estas situaciones críticas que se están dando en varios negocios por el coronavirus. En lugar de cerrar la verja de su establecimiento, esta pastelería, de origen portuguesa, ha decidido cambiar a todo el personal y mantener la actividad, mientras los trabajadores implicados se mantienen en cuarentena en sus domicilios, unos por obligación y otros por precaución.
En las últimas semanas han sido varios los casos de positivos en establecimientos de hostelería y ocio nocturno de toda la provincia de Pontevedra, que terminaron con el cierre de dichos locales durante el tiempo de cuarentena establecido por las normas sanitarias. De hecho, algunos de ellos, todavía permanecen cerrados y en su puerta o redes sociales se pueden leer notas explicando que volverán a la actividad en cuanto la situación se lo permita.
Una plantilla alternativa
En “Natas D’Ouro” han optado por otra estrategia, también permitida por las autoridades, que consiste en sustituir a todo el personal por otra remesa de empleados con los que no hayan tenido contacto los primeros y, de este modo, seguir con su actividad, sirviendo las famosas “natas” de crema importadas desde Portugal. De hecho, los nuevos empleados han venido del otro lado de la frontera para quedarse unos días en la ciudad y mantener la actividad empresarial.
Desde la empresa reconocen los positivos entre su plantilla y aseguran que, en líneas generales, todos ellos se encuentran en buen estado de salud y se recuperan pacientemente en sus domicilios. Cuando transcurran los plazos y las pruebas vuelvan a certificar el “negativo” por coronavirus, volverán a sus puestos.
La cadena de pasteles portuguesa llegó este mismo verano a la ciudad, escogiendo Pontevedra como su primera piedra en la expansión internacional que pretenden llevar a cabo, a pesar de las dudas que causa la pandemia de coronavirus. El éxito de su producto estrella ha sido casi inmediato, por lo que muchos pontevedreses agradecerán poder seguir disfrutándolo.