Sequía
Mataderos colapsados: la sequía obliga a los ganaderos a sacrificar sus ganados
La sequía está asfixiando al campo y a la ganadería, lo que ha obligado a muchos ganaderos a sacrificar a sus animales. De hecho, hay listas de espera en los mataderos.
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La sequía está asfixiando a agricultores y ganaderos y, como medida, muchos han optado por sacrificar a los animales porque no les sale rentable. Incluso se están matando vacas jóvenes y productivas. El resultado: hay mataderos que están colapsados. El problema es que sin agua se secan los campos, lo que afecta también al pasto y al forraje que comen las vacas.
El sector ya estaba asfixiado por la subida de precios: los costes se dispararon con la guerra de Ucrania, pero ahora el problema se ha visto agravado aún más debido a la sequía y a la falta de lluvias.
Juan Luis Delgado es uno de tantos ganaderos que está sufriendo los efectos de la sequía en el sector de la ganadería. Él cría vacas en Fuentes de Masueco, Salamanca, y esta semana enviará 30 vacas al matadero. Un número que se verá aumentado el mes que viene cuando envíe a otras 30.
A Juan Luis, al igual que a otros ganaderos en su situación, no le queda otra: sin agua no hay cosechas, pero tampoco hay pastos para alimentarlos. Y, además, la paja escasea. "No hay reservas suficientes de paja y de forraje para mantener la cabaña", asegura.
Mataderos colapsados
Todo se ha disparado y es por eso que los costes de producción se han multiplicado. Si mantener una vaca antes costaba unos 550 euros, a día de hoy el coste se ha disparado a más de mil, es decir, se ha duplicado. De ahí que tenga que sacrificarlas, aunque en muchos casos sean animales sanos y jóvenes.
No obstante, "hay que esperar a que haya plazas en el matadero", explica Juan Luis. Es por eso que el colapso en los mataderos ha provocado que en algunos haya que esperar hasta 20 días para poder sacrificar a los animales.
Sin lluvias no hay pastos para el ganado, y esto ha provocado un aumento en las listas de espera de los mataderos. "El incremento de trabajo se ha visto acrecentado por la sequía", cuenta Octavio Gonzalo, gerente de uno de estos mataderos.
Los arroceros de Sevilla no van a sembrar
La sequía ha dejado una imagen insólita de los campos de arroz de Sevilla: no hay nada sembrado, ya que no hay agua para cultivar. Casi 40.000 hectáreas perdidas, así como miles de empleos. Y es que muchos pueblos de la zona viven del arroz y ahora no hay trabajo para ellos.
Crisis también en el sector oleícola debido a que el oro amarillo brilla cada vez menos. Las ventas han caído un 30 por ciento y las exportaciones del aceite de oliva más de un 20 por ciento.
Si en el otoño no cae ni una gota, la producción será aún peor que el año pasado. Todo ello se notará en los lineales de los mercados porque los precios irán subiendo.
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