España se enfrenta al creciente riesgo de una "generación perdida" debido al sustancial incremento del desempleo entre los jóvenes registrado durante la crisis, que ha provocado que prácticamente la mitad de los menores de 25 años se encuentren en paro, según advierte en su último informe sobre Europa el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"El paro juvenil, en particular, se incrementó sustancialmente y en casos extremos como el de España, casi uno de cada dos jovenes trabajadores está sin empleo, incrementando el riesgo de una generación perdida", señala el informe de la institución dirigida por Dominique Strauss-Kahn.
En este sentido, el documento subraya las divergencias existentes en el comportamiento del mercado laboral de los países del Viejo Continente durante la crisis, ya que la tasa de paro apenas repuntó en países como Alemania o Noruega, mientra experimentó un marcado incremento en otros como España e Irlanda, donde el pinchazo de la 'burbuja inmobiliaria' dejó sin empleo a muchos trabajadores poco cualificados.
"En Irlanda y España, la corrección en los flujos de crédito que siguió al estallido de la burbuja inmobiliaria desencadenó una extensa pérdida de empleos en el sector financiero y de la construcción", apunta el informe.
Asimismo, el documento señala que, tanto en el caso de Irlanda como de España se adoleció de la sufieinte fortaleza política para aplicar medidas fiscales y herramientas macroprudenciales que gestionaran los ciclos del crédito y la vivienda.
España se aparta de los países periféricos
Por otro lado, el FMI reitera sus elogios a las reformas adoptadas por España, que han permitido alejar al país de la evolución del resto de países de la periferia de la zona euro.
"Las reformas a nivel nacional adoptadas permitieron a España desligarse a principios de 2011 de otros países de la periferia de la eurozona", afirma la institución.
A este respecto, el FMI destaca la reforma de las pensiones adoptada en países como España, Francia o Grecia, que amplía el periodo de contribución en línea con las mayores expectativas de vida.
Asimismo, la institución reclama la necesidad de que aquellos países, como es el caso de España, que aún mantienen la indexación automática de los salarios a la inflación modifiquen estos mecanismos para evitar así la materialización de efectos de segunda ronda.