"La crisis sigue entre nosotros, no ha amainado y es muy grave", ha dicho Constancio en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara. En este sentido, el vicepresidente del BCE ha resaltado que la prima de riesgo de algunos países periféricos de la eurozona está en niveles superiores a los registrados hace un año, cuando se produjo el rescate de Grecia.
"Hasta ahora, las medidas que han sido adoptadas por los países y por Europa no han convencido a los mercados de que sean suficientes para resolver los problemas de deuda", ha insistido Constancio.
A su juicio, ello es "muy grave" porque ya se han tomado "medidas valientes". Pero éstas no han sido tenidas en cuenta ni siquiera por las agencias de 'rating', que han seguido rebajando la nota de Grecia o Irlanda pese a ser rescatadas por la UE, según ha apuntado.
En todo caso, el vicepresidente del BCE ha vuelto a descartar una reestructuración de la deuda de Grecia. "Debemos ceñirnos a los programas (de rescate) y no dar la impresión de que no van a funcionar", ha señalado.
No obstante, ha admitido que resulta "difícil" luchar contra los "rumores" y ha señalado que "hay muchas personas e instituciones interesadas en mantenerlos vivos" porque esperan beneficiarse.
Constancio ha reclamado también este lunes reforzar los poderes de las nuevas autoridades europeas de supervisión (bancaria, bursátil y de seguros), al menos en la eurozona ya que "los efectos de contagio de errores realizados en un Estado miembro son mucho más importantes" entre los países que comparten una moneda.
"Sería conveniente empezar a pensar en un futuro en el que los poderes, tanto de la Junta Europea de Riesgos Sistémicos como de las Autoridades Europeas de supervisión, se refuercen a nivel de la eurozona", ha dicho el vicepresidente del BCE.
Constancio ha respaldado además las propuestas de Bruselas para crear una red de fondos de resolución, financiados con aportaciones de los bancos, que se utilizarían para gestionar en el futuro la quiebra controlada de entidades con problemas, sin tener que utilizar fondos públicos.
"Esta red, financiada de antemano, puede convertirse en el futuro en un auténtico fondo de resolución europeo que sería una manera de resolver de una vez por todas la cuestión del reparto de la carga en caso de gestión de crisis transfronterizas", ha indicado el vicepresidente del BCE.