Flamenco

Paco de Lucía, la historia del guitarrista que cambió el flamenco

Junto a Camarón de la Isla, sacó el flamenco de Andalucía para renovarlo y convertirlo en un sonido que traspasa fronteras. Esta fue su gran revolución.

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El 25 de febrero de 2014 fallece Paco de Lucía, compositor y guitarrista español de flamenco. El maestro fallecía a los 66 años, tras sufrir un infarto mientras jugaba al fútbol con sus hijos en una playa de Cancún (México). Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, se sucedieron los mensajes de pésame a la familia y homenajes al guitarrista. Su cuerpo fue trasladado desde Cancún a Madrid el 28 de febrero, y la capilla ardiente, a la que acudieron multitud de personalidades públicas y seguidores del músico, se instaló en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Posteriormente, fue trasladado a Algeciras y enterrado en el Patio de San José del antiguo cementerio municipal.

Paco de Lucía, nombre artístico que se puso en homenaje a su madre, Lucía Gómez “La Portuguesa”, nació el 21 de diciembre de 1947 en Algeciras como Francisco Sánchez Gómez, en el seno de una familia de artistas flamencos. A los 7 años cogió por primera vez una guitarra, primero guiado por su padre y después por su hermano mayor.

Desde muy joven estuvo en contacto con algunas de las figuras más importantes del mundo del flamenco, como el Niño Ricardo y Agustín Castellón “Sabicas”, quienes le animaron a componer su propia música. En los años sesenta editó sus dos primeros discos en solitario: "La Fabulosa Guitarra de Paco de Lucía" (1967) y "Fantasía Flamenca" (1969), en compañía de sus hermanos Ramón de Algeciras y Pepe de Lucía.

Trayectoria con Camarón de la Isla

Su consagración llegó a finales de los años sesenta convirtiéndose en todo un exponente del flamenco, junto a Camarón de la Isla, a quien conoció en Madrid y con quien grabó más de diez discos de estudio, como “El Duende Flamenco” (1972) y “Fuente y Caudal” (1973). Durante estos años, también realizó gloriosas actuaciones en el Palau de Barcelona, el Teatro Monumental de Madrid y en el Teatro Real, actuación que dio título a su primer disco en vivo y primer LP de Oro.

Paco de Lucía se interesó también por otros géneros musicales como el jazz, el blues, la salsa o la música árabe, por lo que colaboró con otros artistas como Carlos Santana, Pedro Iturralde, Chick Corea o Larry Coryell. Además, se acercó a la música clásica para guitarra, y fruto de esta inquietud surgió la grabación del “Concierto de Aranjuez” de Joaquín Rodrigo en 1991. Por otro lado, compuso varias bandas sonoras para películas, entre ellas, “La Sabina” (1979, de José Luís Borau), “Montoyas y Tarantos” (de Carlos Saura, 1981), “Carmen” (de Saura, 1983), “The Hit” (de Stephen Frears, 1984) y “Sevillanas” (de Saura, 1991).

Durante su trayectoria profesional recibió numerosos reconocimientos en España y en el resto del mundo, como la Medalla del Oro al Mérito en las Bellas Artes en 1992, el premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2004, varios Grammy Latino en diferentes categorías, y Doctor Honoris Causa por el Berklee College of Music de Boston (EEUU) en 2010. Además, fue nombrado Hijo Predilecto de la provincia de Cádiz en 1997, y de Algeciras en 1998.

Paco de Lucía está considerado como un genio del flamenco, uno de los mejores guitarristas de flamenco de la historia e impulsor de la música flamenca a nivel mundial,

Su inesperado fallecimiento fue un auténtico golpe para su familia, amigos, músicos, artistas, y seguidores. En palabras de José Ignacio Landaluce, alcalde de Algeciras, su muerte supuso “una pérdida irreparable para el mundo de la cultura y para Andalucía. La muerte de Paco de Lucía convierte al genio en leyenda. Su legado perdurará por siempre”.

Paco de Lucía y el cajón flamenco

En 1977, Paco de Lucía descubrió el cajón en una fiesta organizada por el embajador de España en Perú, en la que cantaba Chabuca Granda acompañada del percusionista Carlos “Caitro” Soto, que tocaba el cajón. Desde entonces, Paco de Lucía, fascinado por el sonido, introdujo el cajón como percusión del flamenco, que hasta entonces se hacía con las palmas. Así, el cajón peruano se extendió como cajón flamenco, convirtiéndose en un instrumento esencial.

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