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festivales de verano

El Festival Castell de Peralada alza el telón con una Traviata en clave feminista

'La Traviata' se podrá disfrutar del cinco al siete de agosto en el Festival Castell de Peralada. Paco Azorín ha vuelto al Festival para dirigir esta nueva producción con una puesta en escena contemporánea que es un canto al amor y a la libertad.

El Festival Castell de Peralada ofrece desde este lunes cinco de agosto y hasta el miércoles, la ópera de Verdi 'La Traviata'. Esta obra de podrá ver en el en el Auditori Parc del Castell con un reparto que contará con Ekaterina Bakanova (Violetta Valery), René Barbera (Alfredo Gernont) y Quinn Kelsey (Giorgio Germont).

A los mandos del apartado musical estará Riccardo Frizza que dirigirá en el foso a la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro del Liceo. A esto se le sumarán las voces de Laura Vilà, Mercedes Gancedo, Vicenç Esteve Madrid, Carlos Daza, Guillermo Batllori y Stefano Palatchi, que completan un reparto que contará también con las voces del Coro Intermezzo, que estará dirigido por José Luis Basso.

Uno de los puntos que diferencian esta obra es la forma en la que está concebido el escenario. El objetivo es crear un espacio de ficción, de magia y de realidad poética que permitirá ver no sólo lo que los personajes hacen, sino sobre todo lo que los personajes piensan y sienten. Para ello, el escenario se ha contemplado como un mundo en el que arriba se presentarán los deseos, el pensamiento y las pasiones, y abajo la realidad.

Esta Traviata se presenta en clave contemporánea siguiendo la línea de espectáculo del director de escena. El empoderamiento de la mujer a principios del s. XXI ha permitido ver el mundo con otros ojos, con una visión mucho más abierta, global e integradora.

Paco Azorín, el director de escena, explicó que 'Violetta, nuestra protagonista, es una mujer libre, un espíritu libre, una mujer que no necesita consejos o tutelas para ser ella misma en todo momento, para disfrutar de la vida que quiere llevar y para estimar con total libertad’.

Para ello, explica Azorín 'he creído necesario dar un giro y apostar por una lectura desde la óptica de la protagonista, transformando a Germont en el enemigo y luchando contra la visión machista y opresora que la designa como una mujer extraviada ".

Cada detalle está cuidado al milímetro, por ello, el conjunto del montaje representa un París de moda y lujo donde el vestuario del diseñador Ulises Mérida ayudará mucho a recrear esa atmósfera, por su carácter muy elegante a la vez que también muy teatral.

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