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ESTRENO EN MADRID DE LA COMPAÑÍA NACIONAL DE DANZA

Cuando el dolor se mezcla con el arte

Los integrantes de la Compañía Nacional de Danza Junior estrenan dos coreografías en las que mostrarán sobre el escenario el resultado de horas y horas de ensayos, disciplina, dolor y lágrimas.

Son los pies del infierno, los pies del arte. El dolor, la disciplina y el sufrimiento lo ponen horas de ensayo, de superación. "En algunas coreografías que son muy técnicas existen pasos que siempre se te resisten", dice Alba Carbonell, una de las bailarinas de la Compañía Nacional de Danza Junior, que estrena este jueves en Madrid dos nuevas coreografías.

La elegancia, el talento y el virtuosismo incrustado en cada uno de sus músculos. Buscar la excelencia pero sin caer en la obsesión. Ese es el objetivo de Elisabet, 23 años. "La danza es muy competitiva si se lleva en el mal sentido. Me ha pasado en ocasiones que cuando algo no me salía me he tomado un momento de descanso, lo he meditado con la cama y al día siguiente lo he vuelto a intentar", nos dice Elisabet Biosca, otra de las bailarinas de la compañía.

Hoy estrenarán dos coreografías. Para cada una han trabajo ocho intensas semanas en una dedicación casi exclusiva. "Es un trabajo muy físico. A los chavales les pedimos mucho esfuerzo. En la danza siempre se puede ir más allá', dice Fabrice Edelman, Director Artístico Adjunto de la CND2. Solo al final se sabe si el esfuerzo ha merecido la pena.

 

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