¿Fue un montaje creado en Hollywood o realmente estuvimos en la Luna?

"Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad". Todos tenemos grabada en la memoria la frase que pronunció el astronauta estadounidense Neil Armstrong cuando pisó la Luna por primera vez en 1969. Podemos pensar que este acontecimiento planetario tiene la categoría de verdad absoluta pero no es así.

Ha pasado más de medio siglo y aún persiste la teoría de que se trata de un montaje de la NASA retransmitido desde la Tierra a todo el mundo. Hoy acudimos a nuestras fuentes para comprobar la que sería la mayor noticia falsa de la historia.

Las teorías de la conspiración

Vayamos a las principales acusaciones de los escépticos que cuestionan la llegada del hombre a la Luna. Aseguran que en las imágenes de la misión del Apolo XI se ve ondear la bandera de Estados Unidos, algo imposible en nuestro satélite porque allí no hay corrientes de aire. Falso. La bandera se muestra arrugada pero no en movimiento. Se debe a que los astronautas tuvieron que clavarla y abrir un brazo horizontal para desplegarla. Con los guantes y los trajes espaciales esta tarea fue complicada y la bandera quedó para la eternidad como la conocemos ahora.

"De tantas razones que justifican que hemos estado en la luna para mi la principal es la ingente cantidad de documentación que generaron aquellos viajes", asegura Marcos Pérez, físico de los Museos Científicos Coruñeses. "Miles de personas trabajando durante años, generando actas, facturas,... sería mucho más difícil fingir que eso es cierto que ir hasta la luna", asegura.

La teoría de la conspiración se basa también en la falta de estrellas en las fotografías tomadas por los astronautas. La explicación es sencilla. Utilizaron una velocidad de obturación muy rápida y una apertura de diafragma muy pequeña para ajustarse al brillo de la superficie de la luna e inmortalizar lo que estaba ocurriendo. Esto hizo que el fondo fuese casi imperceptible.

La prueba irrefutable del éxito de la misión es el reflector láser que los astronautas dejaron allí instalado tal y como nos explica el físico Marcos Pérez. Hoy en día aún se utiliza para medir la distancia exacta de la Tierra a la Luna. Gracias a él sabemos que se están separando a unos 3,8 centímetros por año.

Lanzamos también nuestras preguntas a los escépticos. Si no estuvimos en la Luna... "¿De dónde salen los 22 kilos de rocas que trajeron los astronautas del Apolo XI?", apunta el experto científico. Son más antiguas que las de La Tierra. Alguna tiene 4.600 millones de años, la edad del Sistema Solar.

Si todo fue un bulo... ¿Cómo se explica que Estados Unidos destinase 110.000 millones de dólares al Programa Apolo? ¿Por qué en plena Guerra Fría la Unión Soviética no destapó la verdad? Realmente apasionante.

Está demostrado que las teorías conspiratorias avivan nuestra imaginación pero, sin duda, nuestra curiosidad encontrará un terreno más productivo en la observación y la experimentación propias del método científico.

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