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FUNERAL POR RAMÓN ECHARREN

Último adiós al conocido como “obispo de los pobres”

Era un hombre de pocos lujos ni apariencias, siempre buscaba dar protagonismo a la gente del pueblo

Dedicó sus casi 30 años de episcopado a la lucha por las injusticias sociales

Dedicó sus casi 30 años de episcopado a la lucha por las injusticias sociales. Hombre cercano y sencillo, Ramón Echarren vivió al servicio de la caridad y los pobres.

Lo hacía a través de sus acciones, fue responsable de la transformación de Cáritas Española. Pero también de sus palabras. En sus sermones y declaraciones siempre destacaba que los que importaban eran los necesitados. Todos los que lo conocieron coinciden además en que era directo a la hora de opinar. Llegó incluso a reprobar a los políticos por su excesiva presencia en las celebraciones religiosas y sus palabras nunca dejaban indiferente a nadie. Así definía por ejemplo a la Virgen en una de sus homilías.

Siempre prefirió rodearse de la gente del pueblo. Ellos nunca dejaron de mostrarle su cariño.

Tampoco han querido perder la oportunidad de darle el último adiós, antes de que su cuerpo fuera enterrado. Miles de personas abarrotaban la Catedral de Santa Ana, hasta una hora antes de que comenzara el sepelio. También personalidades del mundo de la política se han acercado a despedirle y a recordar su forma de ser.

El propio obispo Francisco Cases destacaba en su homilía que Echarren era un hombre de anécdotas, de los pequeños detalles.

De ahí que los asistentes, la mayoría ciudadanos de a pie, se hayan arrancado hasta en cinco ocasiones en espontáneos aplausos en el momento en que el féretro era conducido a la capilla de la Virgen de Los DoloresAquí, junto a otros once obispos de Canarias, descansarán sus restos, tal y como era su último deseo.

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