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RUTA ORNITOLÓGICA

Observar a los pájaros, una aventura mágica

Prismáticos, ropa cómoda, paciencia y mucho silencio. Las aves no siempre se dejan ver.

El paisaje y el contacto con la naturaleza ya son un auténtico trofeo.Para distinguir su canto, eso sí, no será suficiente con una salida, hay que practicar.Parajes como éste se convierten en lugares ideales para descubrir, por ejemplo el planeo de un 'busardo ratonero'. Hay que estar atento, lo más inmóvil posible y preferiblemente con ropas oscuras.Sólo así conseguiremos nuestro particular trofeo, capturar una especie, eso sí, con nuestra cámara.De ahí la importancia de educar en la concienciación. Y si en esta ocasión las aves no se dejan ver, al menos podremos disfrutar del paisaje a vista de pájaro.

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