En los últimos presupuestos de Canarias hay 200 mil euros parar dispensar a los pacientes de diabetes menores de 18 años y de tipo 1 unos sensores que miden de forma automática sus niveles de insulina. Sin embargo, esos dispositivos no se han empezado a suministrarse. Los padres de estos niños y ellos mismos nos cuentan cómo es su vida ahora y cómo puede ser si tuvieran ese sensor.
Una docena de pinchazos diarios que les provocan callos en sus dedos y que podrían evitarse con estos sensores que controlan la insula y regulan sus bombas. El Consejero de Sanidad anunció en noviembre que el Gobierno financiaría estos aparatos y 8 meses después aún no se dispensa a los pacientes. Así que muchos padres han optado por comprarlo de su bolsillo.
Un dineral para muchas familias.
Este aparato mejoraría sustancialmente su calidad de vida y también las de las familias.
Por lo que han decido salir a la calle el próximo viernes y exigir al consejero Baltar que promesas hechas se cumplan. Una Consejería que no ha querido hacer declaraciones al respecto.
