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TECNOLOGÍA APLICADA

Médicos anestesistas usan un robot capaz de llorar y hablar

Es capaz de reaccionar a los distintos fármacos que se le administren

Gracias a estos ensayos se optimiza la seguridad

Médicos anestesistas se preparan para afrontar las situaciones más críticas posibles en un quirófano, lo hacen con un robot de última tecnología, un simulador humano capaz de llorar, hablar e incluso reaccionar a los distintos fármacos que se le administren.

Es lo más parecido a intervenir a un paciente real. Respira, tose, y reacciona como lo haría un ser humano. Se trata del Simman 3G, uno de los mejores simuladores humanos existentes en el mundo.

En este caso, un grupo de anestesistas se enfrentan a las situaciones más críticas que pueden encontrarse en un quirófano, desde problemas de vía aérea hasta sangrados importantes. Y todo sin perder de vista las reacciones del simulador.

Y lo importante es que todo el equipo, capitaneados por el anestesista, respondan en la mayor brevedad posible.

Gracias precisamente a estos ensayos, se optimiza la seguridad del paciente real.

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