Vivir de la muerte, aunque parezca mentira está muy vivo. Ahora la falta de tiempo o estar enfermo no impide que se cuiden las tumbas de nuestros familiares. Esta empresa, lo hace por nosotros. Y no hay tanto tabú en torno a la muerte pero las costumbres han cambiado.
La crisis ha provocado que la muerte se convierta en un artículo de lujo. Un entierro tiene un gasto medio unos 3.500 euros a la que ahora se puede sumar dejar el nicho impoluto y con flores frescas. Ya nos podemos morir tranquilos. Esta empresa, pionera en Canarias, nos dejará una tumba, de muerte.