La fiesta amarilla parece no tener fin, en la tarde de ayer la caravana con los jugadores que ya están en primera división recorrió las principales instituciones de la isla. Tras su paso por la Basílica del Pino tocó el turno de presidencia del Gobierno, el cabildo insular y el ayuntamiento de la ciudad.
Daba igual que llevarán ya más de 24 horas de fiesta, la afición les siguió por toda la ciudad. El último punto fue éste, el balcón de las Casas Consistoriales, donde un Valerón emocionado dedicaba estas palabras.
El nuevo alcalde con su nueva camiseta les agradecía el empujón de energía que han aportado a la ciudad.
La caravana amarilla previamente pasó por el Cabildo de Gran Canaria. Iniciar el mandado con este ascenso es de agradecer.
Antes del cabildo, tocó el gobierno regional, el presidente reconoció el éxito del club y la afición.
Tras la celebración, ahora les toca asumir y vivirlo, porque se lo merecen.
