Publicidad
TODO POR DINERO
Continúa la guerra abierta entre Suárez Gil y su esposa
Sus disputas sorprendieron a la opinión pública tanto como su repentina boda. Suárez Gil fue detenido en su casa, acusado de haber encañonado a su esposa.
Los hijos del empresario Suárez Gil, aseguran que su padre puso sus bienes a nombre de su mujer por amor y que ella pretendía expoliarle desde el principio. Esta mañana, la abogada Josefina Navarrete no ha comparecido en la notaría en la que se le había solicitado presentarse para devolver los bienes de su marido. La abogada Josefina Navarrete no ha comparecido al requerimiento extrajudicial por el que se le pedía presentarse en esta notaría de Las Palmas de Gran Canaria, para restituir los bienes que Suárez Gil puso a su nombre, según el abogado del ex presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas. Tampoco ha enviado a nadie en su representación. Sí han acudido los hijos del empresario.
Los herederos denuncian que Navarrete ya les había dejado fuera de las empresas de su padre meses antes de la boda y que su intención desde el principio era quedarse con todo.
Una historia en la que lo que no encaja es la razón por la que Suárez Gil puso todos sus bienes a nombre de su nueva mujer.
Por su parte, el abogado de Navarrete asegura que el requerimiento notarial ha sido respondido y que se someterán a las decisiones judiciales. Suárez Gil interpondrá ahora una demanda judicial para recuperar sus bienes y otra por extorsión.
Sus disputas sorprendieron a la opinión pública tanto como su repentina boda, hace casi tres años. Quienes los conocen aseguran que el matrimonio ya no iba bien desde el pasado mes de septiembre, pero fue el 4 de enero cuando todo se precipitó: Suárez Gil era detenido en su casa de Tafira, con un arma en la mano, acusado por su esposa de haberla encañonado con ella. La abogada aseguró ante el Juzgado de violencia contra la mujer que venía siendo víctima de insultos y humillaciones y el empresario terminó pasando dos semanas en prisión, tras las que quedaba en libertad sin fianza, y con una pulsera localizadora. El abogado de Suárez Gil, sin embargo, afirma que nunca se trató de violencia de género, sino de disputas económicas. En el chalet de Tafira la policía encontró una veintena de armas de fuego, para las que Suárez Gil no tenía todos los permisos necesarios y hasta dos cajas fuertes. El empresario denunció que tras su paso por la cárcel, alguien sustrajo de una de ellas gran cantidad de dinero, joyas, oro y documentación de cuentas corrientes en el extranjero.
Publicidad