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INCENDIO GRAN CANARIA

Comienza el juicio por el incendio de 2007 en Gran Canaria

El autor del incendio pide perdón y dice que se le fue de las manos

Más de cuatro mil personas tuvieron que ser desalojadas de sus viviendas y decenas de ellos lo perdieron todo. Ha sido el peor incendio registrado en la historia de Canarias, se quemaron más de 19 mil hectáreas, el 12 por ciento de la superficie de la isla de Gran canaria. Y fue intencionado.

El responsable de ese incendio, un vigilante forestal, se ha sentado hoy en el banquillo de los acusados y se ha mostrado arrepentido. Ha contado cómo prendió fuego al pinar de Inagua con una cerillas porque quería que le prolongaran el contrato laboral. Ya ha cumplido cuatro año de prisión preventiva y acepta los ocho años y medio de cárcel que le pide el fiscal.

Quería un puesto de trabajo y terminó perdiéndolo todo. Es el autor confeso de la mayor tragedia ecológica que ha sufrido Canarias, un fuego que afectó a ocho municipios de Gran Canaria. Hoy pidió perdón.

Y después reconoció su autoría.

También sabía de las condiciones extremas para propiciar un siniestro.

Fue el 27 de julio de 2007. El mismo dio la alarma pero al día siguiente, cercado por la guardia civil, confesó.

pasó cuatro años de cárcel y probablemente tendrá que volver.

Diez años después del incendio, todavía hay afectados que aun no ha recibido las indemnizaciones para hacer frente a los daños que sufrieron en sus casas. Hemos estado con algunos de ellos que nos han contado vivieron aquella tragedia.

Son las señas de la tragedia vivida aquel 27 de julio. Diez años después, los sentimientos afloran como el primer día. Muchos de los afectados lo perdieron todo.

El día en el que Juan Antonio Navarro decidió prender la isla, Gran Canaria vivía el día más caluroso del año, con temperaturas que alcanzaron los 40 grados a la sombra. La difícil orografía, la elevada humedad y el fuerte viento del sur hicieron el resto. El fuego avanzó a toda velocidad arrasando viviendas y acabando con la vida de centenares de animales. Una agonía que se prolongó durante cinco días.

Muchos de los afectados, a día de hoy, no han recibido ningún tipo de ayudas. Fueron víctimas de las llamas y después de los trámites burocráticos.

En el recuerdo quedarán muchas historias, como la de Julián, que decidió ignorar la orden de desalojo del pueblo y hacer frente a las llamas durante toda la noche.

La naturaleza, por su parte, ha ido borrando las huellas de aquellos negros días.

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