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RAMADÁN
Ayuno y abstinencia sexual en verano
Pero para los musulmanes, el Ramadán es mucho más. Es el momento de la oración.
Penda llega de clase directa a la cocina. Compaginar su vida diaria con los preceptos del Ramadán le impide dedicar a la cena todo el tiempo que ella quisiera, pero no es obstáculo para seguir sus tradiciones. A las nueve y siete minutos, cortan el Ramadán, es decir, rompen el ayuno con un pequeño tentempié, después de no haber comido ni bebido nada durante todo el día. Después llega la oración, éste es el cuarto rezo de la jornada.
Ramadán no sólo es ayuno. El quinto rezo tiene lugar en la mezquita. En ésta, ubicada en la capital grancanaria, acuden decenas de musulmanes para orar juntos.Son las once de la noche y al fin llega el momento de la cena.De esta manera contarán con las fuerzas necesarias para volver a empezar al día siguiente. Un sacrificio que para ellos no es más que el gozo de sentirse cerca de Dios.
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