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ELECCIONES 20N
La actitud de los candidatos en el debate, a análisis
Todo estaba "preparado a conciencia" para este cara a cara: la iluminación, los colores de la sala y la "estética" de los dos líderes. Una puesta en escena en la que cada gesto y cada actitud ha tenido "un significado".., ha tenido un "por qué".
Mariano Rajoy fue el primero en llegar, dos minuto antes del horaio previsto. Cruzaba esta puerta del palacio de Congresos a las 9.03h: con soltura, en actitud relajada y paso firme. Sonriente pero más concentrado lo hacía Alfredo Pérez rubalcaba diez minutos después.
Aparentemente tranquilos y ante una nube de fotógrafos, entraban en la sala tras el moderador, Manuel campo Vidal. Los dos lucieron barbas cuidadadas, corbatas azules y trajes oscuros: gris el de Rajoy y azul marino el de Rubalcaba, un discreto estilismo para no distraer a los espectadores. Y es qye el debate también se jugaba en su imágen.
18 cámararas recogerían no sólo sus discursos, también su actitud, sus gestos, o sus movimientos de manos. Desde las reiteradas miradas al papel del líder del PP a la improvisación de Rubalcaba. Del interrogatorio incisivo, agresivo y casi periodístico de éste, a la la contención de aquel. Interrupciones yalgún que otro momento de duda, 90 minutos con intervenciones cronometradas.
Tras la foto de rigor, los dos líderes abandonaban el Palacio de Congresos, en el mismo orden en que llegaron, pero sin hacer declaraciones a los más de 600 periodistas que cubrieron el debate. Su actitud al salir, también era siginificativa para los expertos.
Terminaba así un enfrentamiento dialéctico de nivel, con una no menos importante puesta en escena.
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