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RECORDATORIO

El pueblo de Ermua recuerda a Miguel Ángel Blanco 20 años después de su secuestro

Nada más conocerse la noticia del secuestro de Miguel Ángel Blanco, el pueblo de Ermua se echó a la calle para exigir su liberación. "Estábamos hartos de tanto dolor", asegura el alcalde de la localidad. Durante 48 horas gritaron para lucharon para vencer a la banda terrorista naciendo así el llamado 'espíritu de Ermua'.

La pesadilla de todo un pueblo comenzó hace 20 años al mediodía. Miguel Ángel Blanco acababa de comer en casa de sus padres y pasadas las tres de la tarde salió para reunirse con un cliente, pero nunca llegó.

Nada más conocerse lo que le había ocurrido, el pueblo de Ermua se volcó con la familia y se convirtió en el símbolo de la lucha contra la barbarie.

Fue una movilización social sin precedentes en España. En tan solo 48 horas, las calles y plazas de Ermua se llenaron de velas, llantos y gritos que supusieron un antes y un después en el rechazo de la sociedad vasca contra la banda terrorista. Fue el principio del fin de ETA. Dos décadas después los vecinos cuentan que jamás van a conseguir olvidar lo ocurrido.

Ermua se echó a la calle y exigió la liberación de Miguel Ángel Blanco. "Estábamos hartos de tanto dolor", asegura el alcalde del pueblo, Carlos Totorica.

Toda España vio el llanto de la hermana de Miguel Ángel y cómo el dolor, el drama y la angustia se apoderó de todos los allegados.

El país se lanzó a la calle en contra de ETA, como fue el caso de una imagen que quedará en la retina de muchos. Policías vascos que se quitaron sus capuchas para demostrar que se enfrentaban a los terroristas cara a cara. Así lo recuerda el primero que hizo este gesto, "fue muy emocionante, porque es la aceptación de que estás haciendo tu labor", asegura Imanol Rodríguez.

"La gente perdió el miedo", asegura un vecino que formó parte de las movilizaciones.

Con el asesinato de Miguel Ángel Blanco nació el llamado 'espíritu de Ermua' contra las atrocidades terroristas.

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