MÁS DE 4.200 SEGUIDORES DEL EQUIPO ALEMÁN EN MADRID

Cerca de 1.800 efectivos velarán por la seguridad en el Real Madrid-Bayern

Madrid es una ciudad blindada por la celebración del Real Madrid-Bayern de Champions Total. Los dos equipos se enfrentan justo una semana después del ataque con explosivos al autobús del Borussia Dortmund y habrá más agentes de paisano o tres anillos de seguridad en el Bernabéu.

Cerca de 1.800 efectivos entre policías y servicios de emergencias velarán por la seguridad antes, durante y después del partido que mañana disputarán el Real Madrid y el Bayern de Múnich, para el que se desplazarán a la capital más de 4.200 seguidores del equipo alemán.

La Delegación del Gobierno en Madrid ha informado del dispositivo que se desplegará con motivo del partido de vuelta de cuartos de final de Champions League que se disputará, a partir de las 20.45 horas, en el estadio Santiago Bernabéu y que se ha concretado en una reunión de coordinación celebrada hoy.

Se espera que la mayoría de los 4.264 seguidores bávaros que acudan a Madrid para ver el partido lo hagan a lo largo de esta mañana.

La capacidad del Santiago Bernabéu en Champions League es de unos 79.000 espectadores y cerca de 1.800 efectivos velarán para que el encuentro, declarado de alto riesgo por la Comisión Estatal contra la Violencia, se desarrolle con normalidad.

Efectivos de todo tipo

En el dispositivo participarán efectivos de la Brigada Móvil, de Caballería, de las Unidades de Intervención Policial (UIP), Guías Caninos, Subsuelo y de la Oficina Nacional del Deporte de la Policía Nacional, así como de Policía Municipal, Samur, Cruz Roja y vigilantes y auxiliares de seguridad del Real Madrid.

Los agentes estarán en torno al estadio y en las zonas próximas, y la Delegación recomienda acudir al campo con tiempo suficiente para poder pasar los controles de seguridad.

También se reforzará la presencia policial en las zonas de gran afluencia turística de la capital.

Este dispositivo es superior al organizado con motivo del partido que disputaron la semana pasada el Atlético de Madrid y el Leicester City en el Estadio Vicente Calderón, considerado también de alto riesgo y antes del que varios seguidores del club inglés protagonizaron altercados en la Plaza Mayor que acabaron con ocho detenidos.