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HA COBRADO UNA INDEMNIZACIÓN DE 1.000 EUROS

Comercializan una de sus fotografías como un cuadro sin pedirle permiso

La difusión de fotografías en Internet es un arma de doble filo. Por un lado permite a sus creadores enseñar su trabajo a los demás pero también facilita el uso indebido de esas imágenes. Un fotógrafo aficionado vio como una empresa comercializó una de sus instantáneas sin pedirle permiso y la convirtió en un cuadro.

Juan es aficionado a la fotografía, un atardecer del 5 de octubre de 2013 inmortalizó algunos lugares de Madrid y dos años después de hacer esa fotografá encontró su foto convertida en un cuadro de 180x100. El autor reconoció que era su foto por ciertos detalles: la colocación de las nubes, estelas de la luz, un hombre que se encontraba en la calle cruzando en una silla de ruedas.

El cuadro se vendía por casi 70 euros, nadie le avisó, le dijeron que no habían encontrado al autor. Juan lo puso en conocimiento de la empresa y han llegado a un acuerdo judicial por 1.000 euros.

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