Los Mossos d'Esquadra han detenido a cuatro responsables de una asociación de cannabis acusados de tráfico de drogas.
Las detenciones, que se produjeron el pasado 2 de enero pero se han dado a conocer hoy, son fruto de la investigación abierta por la policía a raíz de constatar un incremento de las denuncias relacionadas con la tenencia de marihuana en el entorno de un local que ejercía como asociación de usuarios de cannabis en Martorell.
La detención de los cuatro responsables de la entidad se produjo después de la entrada en el local por parte de la policía, autorizada por el juez de la localidad.
En el interior del local se intervinieron 700 gramos de marihuana preparada para su venta junto a dos balanzas de precisión, bolsas destinadas a la distribución al detalle de la marihuana y otros objetos directamente relacionados con la venta y distribución de droga, así como la cantidad de 685 euros en billetes de pequeño importe presuntamente relacionados con la venta de droga.
Según la policía, los detenidos vendían la droga al precio del mercado ilegal y a los socios les hacían pagar una cuota a partir del sexto mes de formar parte de la entidad, con la excusa de utilizar este dinero para mantener las plantaciones.
Por su parte, el ayuntamiento de Martorell ha incoado expediente sancionador por falta de licencia de actividades dado que no tenían ningún tipo de licencia, ni tan solo para vender comida o bebida, como también hacían.
Los cuatro detenidos han pasado a disposición judicial ante el juez de instrucción, que los ha dejado en libertad con cargos.
Desde hace un par de años, Barcelona se ha convertido en un escenario habitual para adquirir marihuana a través de los clubs que están creciendo de forma espectacular en la ciudad.
Hay páginas web que promocionan la Ciudad Condal como un lugar "amable y permisivo con el cannabis", y apunta también a que los visitantes pueden acceder fácilmente a algunos locales para conseguir marihuana.
Como existe un vacío legal en España sobre las asociaciones de cannabis, éstas están aumentando mucho en los últimos años, y provoca que ciudades como Barcelona se vuelvan una referencia mundial en el 'turismo del porro'.
