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EXHAUSTIVOS CACHEOS A LA ENTRADA DE LA PLAZA

2016 llega a una Puerta del Sol blindada y con límite de aforo por primera vez

Un total de 600 efectivos estuvieron desplegados en Sol para que todo transcurriera con normalidad. Por primera vez desde que el reloj de la Puerta del Sol da la bienvenida al nuevo año, la plaza madrileña limita su aforo, a 25.000 personas, que pasaron un riguroso control de seguridad, que coincide con una alerta internacional por terrorismo.

Por primera vez desde que el reloj de la Puerta del Sol da la bienvenida al nuevo año, la plaza madrileña limita su aforo, a 25.000 personas, que pasaron un riguroso control de seguridad, que coincide con una alerta internacional por terrorismo.

Los ciudadanos vivieron la nueva experiencia de ser "contados" uno a uno a medida que accedían a la céntrica plaza. A las nueve de la tarde la policía desalojó Sol, a esas horas siempre muy concurrido, e inmediatamente después comenzó a dejar pasar a los ciudadanos, que fueron contados por voluntarios de Protección Civil, e inspeccionados por agentes de Policía Nacional y Municipal, que registraron bolsas, mochilas y bolsos y realizaron cacheos corporales.

Limpieza tras las uvas

Sólo se pudo acceder por cuatro puntos: las calles Alcalá, Carrera de San Jerónimo, Arenal y Mayor, mientras que el resto de calles que desembocan en Sol (Carretas, Correo, Preciados, Carmen y Montera) permanecieron cortadas desde las nueve hasta después de las campanadas, ya que están previstas como vías de evacuación. Hubo, además, un segundo cinturón de seguridad, con cortes de tráfico y peatonales en las calles Tahora de las Descalzas, Maestro Victoria, Preciados, Carmen Rompelanzas, Salud, plaza del Carmen, Montera, Aduana, Victoria, Espoz y Mina, Carretas, Bolsa, Esparteros y Postas.

Todo para garantizar la seguridad de una noche en la que otros países europeos también reforzaron las medidas de control ante la amenaza de atentados yihadistas, como el que se ha evitado esta semana en Bruselas, planeado para esta noche, o el de Múnich.

Estuvo prohibido acceder a Sol con petardos o bengalas, además de otros elementos que puedan resultar peligrosos y que ya se retiraban otros años, como botellas, vasos de cristal y objetos contundentes. Un total de 600 efectivos, entre policías municipales y nacionales, bomberos, SAMUR y miembros del Servicio de Limpieza Urgente (SELUR) estuvieron desplegados en Sol para que todo transcurriera con normalidad.

Aunque las medidas de seguridad sean excepcionales, lo que no cambia es el ánimo de quienes decidieron desafiar al frío y comerse las uvas bajo el reloj: el confeti, las pelucas o los silbatos pusieron la nota de color en Sol.

Después de la fiesta y de la limpieza, a partir de las dos de la madrugada Sol recuperaba su aspecto normal en estas fiestas y se prepara para recibir de nuevo a los miles de madrileños y turistas que se acercan cada día para ver la iluminación y los adornos, hacer sus compras y dar otra oportunidad a la suerte en las administraciones de Lotería, esta vez para el sorteo de El Niño.

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