Conmoción en Argentina

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COMÍAN Y BEBÍAN EN LA ESCENA

Una testigo asegura que las pruebas se manipularon en la casa de Nisman

El caso Nisman vuelve a tambalearse. Ahora una testigo asegura que la escena del caso fue contaminada. Asegura que habían muchas personas y que tocaban todo con las manos antes de que se tomaran las huellas. Las personas que había se "reían" de la situación y no se tomaban en serio su trabajo.

Una testigo que estuvo presente en el proceso de peritaje del departamento fical de Alberto Nisman tras su muerte ha declarado que se produjeron serias irregularidades y que se contaminó la escena, donde había unas cincuenta personas y algunas de ellas bebían y comían.

"Tomaban mate y pidieron mediaslunas. Tocaban todo con las manos"

Argentina se despierta con una nueva bomba informativa casi cada mañana duante las últimas semanas. Desde la muerte del fiscal, la investigación avanza con paso tortuoso y las dudas se siguen acumulando mientras aparecen nuevas revelaciones.

La testigo, Natalia Gimena Fernández, de 26 años, trabaja como camarera en un restaurante del barrio de Puerto Madero, donde residía el fiscal. Su cara y sus declaraciones han aparecido en la mañana del martes en el diario 'Clarín' y han hecho que la causa Nisman se vuelva a tambalear, esta vez desde sus cimientos.

Según el procedimiento habitual sancionado por la ley, es necesario que en la escena de un peritaje haya dos testigod de cargo para dar fe de que todo se ha hecho según consta en acta. La firma de Natalia está efectivamente en el acta de la declaración.

"Me ofrecieron café hecho con la cafetera de Nisman"

Natalia salía de trabajar junto a una amiga en la madrugada del domingo cuando agentes de la Prefectura les pidieron que actuaran como testigos. La testigo estuvo en el lugar hasta casi las 09:00 (hora local), pero su amiga tenía que viajar al día siguiente y casi al final fue reemplazasa por el portero de Le Parc, el complejo de edificios de Nisman.

La descripción que hace la joven del lugar es especialmente estrafalaria, donde dijo que debía haber unas cincuenta personas y la ha comparado a la de "una reunión con amigos tomando algo" en declaraciones a Radio Mitre. Los presentes, siempre según el testimonio de Natalia, "tomaban mate y pidieron medialunas" para comer.

La joven no entendía la situación e incluso ha afirmado que le "indignaba". En un momento dado, el portero de Le Parc le ofreció tomar café: "Era la cafetera de Nisman. No lo acepté, porque me indignaba toda la situación". El único ADN ajeno a Nisman que la fiscal que investiga la muerte de Nisman, Viviana Fein, dice haber encontrado en el departamento está precisamente en una taza de café.

Natalia firmó el acta del proceso al día siguiente, martes 20 de febrero. Según dice, le apuraron para firmar y no lo leyó porque alguien tenía prisa por enviar el documento: "Nadie me explicó lo que firmaba".

La joven confiesa que ha decidido hablar ahora por miedo, para exponerse y salir del anonimato. Según comenta, ya ha habido un par de ocasiones en que un hombre ha acudido a su trabajo y le ha preguntado si ella es Natalia Fernández, la testigo del proceso. Se siente amenazada.

 

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