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FUE EXPULSADO DEL CENTRO POR MAL COMPORTAMIENTO

Un joven británico es condenado a cadena perpetua tras planear una masacre en su Universidad

Un joven británico de 19 años que planeaba una masacre en la Universidad de Newcastle ha sido condenado a cadena perpetua. La policía asegura que encontró pruebas incriminatorias en su ordenador personal, además de explosivos de fabricación casera, y un arsenal que habría adquirido a través de internet. Según un informe médico, el acusado no parece ninguna enfermedad mental, aunque muestra "rasgos esquizoides".

Un joven británico de 19 años ha sido condenado a cadena perpetua por haber planeado una masacre en la Universidad inglesa de Newcastle, de la que había sido expulsado por mal comportamiento.

La policía encontró en el domicilio del joven explosivos de fabricación casera, una pistola semiautomática, 94 balas y un machete, un arsenal que había adquirido a través de internet. Según el juez, "era cuestión de tiempo" que el joven llevara a cabo un ataque indiscriminado en el campus, por lo que le impuso una sentencia de por vida, revisable tras los primeros ocho años de reclusión.

Uno de los contactos de Lyburd en las redes sociales fue quien alertó a las fuerzas de seguridad después de leer los mensajes coléricos que publicaba.

La fiscalía relató durante el juicio que el joven se recluyó en el mundo de internet tras ser expulsado de la universidad y apenas salía de su habitación desde entonces. Cuando la policía registró su casa, encontró una bolsa preparada con las armas y los explosivos, así como pruebas incriminatorias en su ordenador personal, del que se rescató un archivo que había sido borrado en el que había escrito sobre su intención de tomar "venganza" en la universidad.

"Vosotros destruisteis mi vida por completo, no esperéis que hoy muestre clemencia. Nadie se sale con la suya si me falta al respeto. Os enseñaré una pequeña lección sobre respeto con mis balas de 9 milímetros", se lee en ese documento. "Es tiempo de desobediencia civil. La fantasía se convertirá en realidad, sin duda. Dónde vaya la mente, el cuerpo le seguirá y, sí, hay gente que va a morir, no hay duda sobre eso", añade.

"no esperéis que hoy muestre clemencia"

Según el relato que se escuchó durante el proceso, el joven estalló en risas cuando los agentes le detuvieron y les aseguró que habían salvado vidas, además de decirles que él mismo necesitaba "ayuda".

La policía encontró fotografías que el joven se había tomado vestido con ropa de combate, armado con la pistola semiautomática de marca Glock y blandiendo el machete.

Las fuerzas de seguridad mantuvieron precintado durante varios días el piso en el que vivía con su madre y su hermana para buscar pruebas sobre sus planes para atacar la universidad. El fiscal Nick Dry explicó que, durante los meses que ha estado encarcelado tras su detención, el joven ha insistido en su intención de matar a gente y subrayó que los psiquiatras no han podido especificar cuándo dejará de representar un peligro si sale en libertad.

El informe médico que fue entregado al juez sostiene que el condenado no padece una enfermedad mental aguda, si bien su carácter posee "rasgos esquizoides", y destaca su "frialdad", "desapego" y "ausencia de amistades".

La abogada señaló por su parte que el joven ha "sufrido" en la cárcel al compartir celda y estar "cerca de otros" reclusos, tras varios años viviendo aislado. Richardson recalcó que el joven no ha tenido nunca "ideas terroristas" ni ha estado relacionado con grupos de ninguna ideología.

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