Un cazador de Idaho se despierta al notar que un oso le está mordiendo la cabeza

Stephen Vouch y su grupo de amigos pretendían poner fin a una dura jornada de senderismo y caza de borregos cimarrones, descansado en un paraje de los tupidos bosques de Boise, Idaho.

Tras montar las tiendas de campaña, los experimentados cazadores se fueron a dormir. No obstante, el descanso de Vouch fue interrumpido cuando alrededor de las 2 de la mañana se despertó al notar un cosquilleo en su cabeza junto con una sensación de humedad.

Fue entonces cuando el hombre de 29 años llevó sus manos a su cabeza para descubrir que un oso negro estaba mordiéndole la cabeza.

El cazador gritó aterrado, provocando que el oso se asustase y tirase abajo, de un zarpazo, la tienda de campaña de Vouch.

Acto seguido, con la cabeza ensangrentada y enredado entre los restos desgarrados de su tienda, el cazador se hizó con su pistola del calibre .45 y abrió fuego.

El animal, malherido, comenzó a alejarse de la zona. No obstante, Vouch le siguió y lo remató. Acto seguido, el grupo emprendió el camino de vuelta a la civilización.

Afortunadamente las heridas del cazador eran superficiales, y con un kit de primeros auxilios pudieron curar las heridas de Vouch y prevenir una infección durante los tres días que tardaron en llegar a un hospital.

Tras reportar el suceso a los servicios forestales de Boise, efectivos de los guardabosques encontraron el cadaver del animal para determinar que era un ejemplar de entre 3 y 7 años.

Asimismo, también estiman que el oso realmente no tenía la intención de atacar a los cazadores, ya que de haber sido así el incidente habría sido mucho más violento.

Jon Rachael, representante de los servicios forestales de Boise, opina que los numerosos incendios que han asolado Idaho durante el verano, y que han provocado que haya sido una temporada pésima de moras, uno de los alimentos básicos de los osos, haya sido uno de los factores que impulsó al animal a acercarse tanto a los cazadores.