Creció en el barrio de la Cartagena de la Concepción y empezó a trabajar como aprendiz en los astilleros de la Bazán. Los astilleros se le quedaron pequeños, Roca comenzó su carrera en el mundo de la construcción y en 1991 llega a Marbella.
No había cumplido los cuarenta, estaba desempleado, casado con María Gimeno también imputada en la operación Malaya y tenía dos hijos. Pidió trabajo a Jesús Gil y este le confía un puesto clave, se convierte en el gestor de urbanismo de una Marbella en la que el ladrillo lo era todo y cuando Gil cae Roca se convierte en el jefe.
En Marzo de 2003 organiza la moción de censura contra Julian Muñoz, el exalcalde intenta deshacerse de el pero Roca le deja claro quien manda en Marbella. Roca es ya multimillonario gracias al dinero que supuestamente recibe de los constructores que trabajan en Marbella.
Cuando la policía registra su finca de San Pedro de Alcantara descubre que un cuadro de Miró decora su baño, un pequeño capricho de un hombre cuya fortuna se calcula superaba los 2.000 millones de euros. También poseía toda una cuadra de caballos pura sangre entre otros lujos.
En Madrid Roca tenía dos palacios y una finca en Robledo de Chavela de 300 hectareas. También tenía otras dos fincas en Murcia, Los Santos y La Loma, una vasta extensión de terreno rodeada de naranjos que tiene en su interior una hermita y un helipuerto.
Cuando la policía la registró encontraron en la finca numerosas joyas, treinta obras de arte y hasta un tigre. El 21 de marzo de 2006 fue detenido, se le imputaban delitos continuados de cohecho, malversación, fraude contra la hacienda pública y blanqueo de capitales.
