Aumenta el número de jóvenes que se marcha a trabajar al campo

Mireia tiene 23 años, es integradora social y ahora agricultora. Mira al campo con esperanza. Esta es su segunda campaña agrícola. Emprender fuera de la ciudad ha sido para ella un reto y a la vez una oportunidad.

Luis trabajó durante 10 años en la construcción, pero con la crisis decidió cambiar la hormigonera por el tractor. También el campo ha sido una salida para Emilio y su cuñado, hasta ahora electricista e ingeniero civil.

Son el ejemplo de que el perfil está cambiando. En 2010 el 56% de los agricultores superaba los 55 años de edad, sólo cinco de cada 100 tenía menos de 35 años. Pero en el último año las solicitudes de incorporación de jóvenes al sector agrario han aumentado un 80%.

Por cada joven que se incorpora a la agricultura se generan ocho puestos de trabajo indirectos en el medio rural. Es una alternativa profesional que comienza a dar sus frutos.