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UNA DE LAS GRANDES EXPOSICIONES DEL OTOÑO

Recorremos la retrospectiva de Renoir en el Thyssen con un invidente

Abre 'Renoir: intimidad', 78 obras del artista francés que descubrirán cómo Renoir se servía de las sugerencias táctiles de volumen, materia o texturas como vehículo para plasmar la intimidad en sus diversas formas.

Dicen los expertos que sus cuadros invitan a ser tocados, y que son capaces de transmitir volúmenes y texturas a través de los colores. Sensaciones que pueden percibir incluso las personas ciegas. Hemos visitado esta exposición con un invidente para comprobarlo.

Miguel abre los ojos a los cuadros de Renoir ayudado por Diego. Cómo describir el olor de las rosas silvestres, el zumbido de una abeja, una suave brisa al atardecer... Responde que hablando de sensaciones más que describiendo solamente el cuadro. Le comenta la ausencia de líneas, de dibujos, que hay colores, pinceladas…

Después, con un Renoir táctil es mucho más fácil. Se ha reproducido para ser tocado. Miguel dice que se puede meter en el cuadro, la sensación es directa…

El comisario de la exposición, Guillermo Solana, explica que "Renoir cultiva la empatía con sus personajes y en cada una de sus pinturas parece que invita al espectador a entrar en ellas, ya que trataba de evocar las sensaciones táctiles en las texturas, en las muselinas de los vestidos, los cabellos o las plumas de los sombreros de las mujeres.

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