El telescopio Bootes 2 en Algarrobo (Málaga)

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APENAS NECESITAN INTERVENCIÓN HUMANA

Telescopios robóticos para conocer de cerca el espacio

Uno de ellos es el Bootes 2, ubicado en Albarrobo (Málaga), puede apuntar en segundos al fenómeno que desea. En un breve periodo de tiempo es capaz de ir de un punto a otro del universo.

Los retos de la astrofísica, con una exigencia máxima de rapidez en la cobertura óptica del universo, ya no son compatibles con la figura del observador humano, y ello ha obligado al desarrollo de telescopios robóticos, capaces de apuntar en segundos al fenómeno que se desea estudiar. 

Uno de estos telescopios es el BOOTES 2, integrado en la red del mismo nombre, que se encuentra en la estación experimental La Mayora, ubicada en Algarrobo (Málaga), y que es supervisado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). El responsable de este telescopio, el investigador checo Martin Jelinek, ha explicado hoy que se trata de uno de los "más rápidos" del mundo y que en segundos puede ir de un punto a otro del cosmos y apuntar sobre aquello que queramos observar. 

Estos telescopios robóticos permiten estudiar sin apenas intervención humana objetos en nuestro sistema solar o núcleos galácticos, además de fenómenos transitorios como las explosiones de rayos gamma. En concreto, con este telescopio se pueden observar contrapartidas ópticas de explosiones de rayos gamma, que "constituyen algo muy brillante, pero que sólo podemos ver en el universo", ha indicado Jelinek. 

Cuando este fenómeno quiere ser estudiado desde la Tierra, tiene que ser captado por un satélite, que envía un aviso al telescopio con las coordenadas precisas a las que debe apuntar. Jelinek ha manifestado que el principal uso de las estaciones BOOTES es la visualización de explosiones de rayos gamma, y ha justificado el interés por ellas en que son "como rayos X que nos hacen un escáner de todo el universo desde el punto en el que se producen hasta nosotros". "Cuando se hace espectroscopia de eso, vemos la estructura del universo por toda la línea de vista, desde la contrapartida hasta la Tierra, y podemos observar si hay una nube de hidrógeno u otra galaxia, por ejemplo", ha añadido. 

Según este investigador, estas manifestaciones cósmicas son como un laboratorio de física básica, "pero de una física que no entendemos muy bien, donde se combina la cuántica con la relatividad general". Estas explosiones son totalmente aleatorias y ocurren en cualquier momento, y el periodo para estudiarlas es muy corto, lo que obliga a dirigir la mirada hacia ellas lo más rápido posible, y en ese escenario, "no hay espacio para un observador humano".

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